Xabi no se cierra al Madrid
El ‘no’ del tolosarra al Liverpool y el Bayern es parte del plan para mantener vivo su anhelo: entrenar al Real Madrid como muy tarde en 2026.
De ahí que Xabi tomase la palabra este viernes para confirmar que la temporada que viene seguirá en el club de la aspirina. Ni Bayern, ni Liverpool. Dos banquillos necesitados y que le habían echado el ojo, pero Xabi Alonso no quiere cerrarse la puerta del Madrid. Si hubiera aceptado un contrato para entrenar en Anfield o el Allianz Arena este verano, serían dos lugares blindados. Por contra, el Bayer Leverkusen y el exinternacional español mantienen tan buena sintonía que esa última renovación, hasta 2026, fue precisamente con el objetivo de intentar alejar la rumorología. El club está agradecido a Xabi por cómo reflotó un equipo que se iba a Bundesliga 2 hasta el punto de hacerlo virtualmente campeón de Alemania, y el técnico también valora el riesgo que se asumió con su fichaje. Hasta entonces, su experiencia en categoría profesional se limitaba a la Segunda División española, y con el filial de la Real. En otras palabras, el Leverkusen, aunque no pertenezca a Red Bull como el Leipzig, no le va a cortar las alas. Y Xabi se lo agradeció también en lo público. Por ello emplazó el anuncio de decisión a los últimos días de marzo. No quería que la cuestión de su futuro fuera un incordio a nivel mediático para la entidad teutona. Elegancia, también, en los tiempos.
Y ese salto, el que ilusiona a Xabi, es el Madrid. Por eso tampoco siente que seguir en Leverkusen sea perder el tiempo. “Todavía soy un entrenador joven, pero creo que esta es la mejor decisión para mi futuro”, aseguró ayer. No es un decir. De hecho, sólo ha dirigido 117 partidos en el fútbol profesional (75 en Leverkusen y 42 en la Real Sociedad B). Le motiva mantener la efervescencia del Leverkusen, que es su obra personal, y el tolosarra siempre fue paciente. Y un magnífico estratega. Escogió en qué momento quiso saltar al Madrid, como futbolista, sosteniéndole el pulso al Liverpool, y como entrenador está yendo, aunque no lo parezca por la velocidad de su irrupción en la élite, con pasos muy estudiados. Incluso el propio Jürgen Klopp, el hombre que deja el cargo en Liverpool, se mostró ayer más que comprensivo al ser preguntado por la decisión del vasco: “Yo hice lo mismo que Xabi y no me arrepentí”.
Pasos calculados para crecer
Aunque empezó en la cantera madridista (con el Alevín A, en 2018) la presencia en puestos más altos del escalafón de Raúl (y en menor medida, Arbeloa) le condujo a tomar la determinación de dar un teórico paso hacia atrás, irse a Zubieta, para dar dos adelante, dirigir a adultos. Con el filial txuri-urdin, ya con profesionales, empezó a aplicar su sapiencia a mayor escala. El Madrid lo entendió a la perfección y se le despidió con un ‘hasta luego’, porque ese único año entre niños había dejado una agradable impronta de futuro entrenador y sobre todo porque entre los jerarcas del club se le tiene en altísima estima. El sentimiento es mutuo y tampoco hay prisa, por eso se alcanzó ese acuerdo con Ancelotti hasta 2026. El Madrid quiere, como ha hecho con el relevo generacional de la plantilla, una transición dulce en el banquillo.
Y Xabi tiene entre ceja y ceja ser antes o después entrenador del Madrid, y el Madrid, que Xabi posea las llaves del lujoso banquillo del nuevo Bernabéu. Una vez se cierre la exitosa etapa actual del veterano y ganador Ancelotti, las trayectorias apuntan a la confluencia de los caminos del Real Madrid y Xabi Alonso. La horma de su zapato. Hay feeling.