Un robot con inteligencia artificial tocó indebidamente a una periodista y desató críticas

Una empresa de robótica saudí revisa las medidas de seguridad después de que su robot, Muhammad, generara polémica

Este incidente no solo destacó las posibles acciones de la inteligencia artificial, sino que también plantea interrogantes serias sobre la ética y seguridad en la interacción humano-robot.

Mohammad, descrito como “el primer robot saudí en forma de hombre” y vestido con atuendo tradicional del país, ha sido citado como un proyecto nacional destinado a subrayar los logros del país en el campo de la IA, capaz de comunicarse tanto en árabe como en inglés.

La reacción de Kassem al gesto del robot fue de visible sorpresa, seguida de un gesto con la mano, indicándole que se detuviera, antes de continuar con su presentación, una secuencia de eventos que quedó inmortalizada en video y compartida ampliamente en internet.

Estas declaraciones han hecho poco para aplacar las preocupaciones del público y expertos en ética de la inteligencia artificial, quienes cuestionan la responsabilidad de los creadores de robots en incidentes como este. Las opiniones en redes sociales han sido variadas, con algunos usuarios acusando al robot de ser “programado para ser un acosador” y otros defendiendo que Mohammad intentaba simplemente darle la mano a Kassem después de que ella pronunciara su nombre.

La periodista reaccionó incómoda e intentó indicarle a la máquina que debía dejar de tocarla (Captura de video Twitter)
La periodista reaccionó incómoda e intentó indicarle a la máquina que debía dejar de tocarla (Captura de video Twitter)

Este debate refleja la creciente necesidad de considerar cuidadosamente cómo se configuran las interacciones entre humanos y robots, especialmente a medida que estas tecnologías se vuelven más integradas en la vida cotidiana.

Además de resaltar los desafíos éticos y de seguridad, este incidente también subraya el progreso significativo en la industria de la robótica, un campo que, según MarketsandMarkets, podría valer hasta USD 13,8 mil millones para el año 2028.

Aunque queda un largo camino por recorrer antes de que los robots humanoides se vuelvan una presencia común en el lugar de trabajo y la sociedad en general, el DeepFest y la presentación de Mohammad ofrecen una ventana intrigante al futuro de la tecnología y la inteligencia artificial.


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