Un abismo tras Mbappé
El PSG sigue dependiendo de los goles del internacional francés, la principal arma ofensiva de Luis Enrique esta temporada. Su salida en verano es un problema...
El domingo, en Montpellier, volvió a quedar demostrado que Mbappé es más de medio PSG. Antes, en los tres encuentros previos de liga, Luis Enrique le había dosificado, sustituyéndole en dos y dejándole suplente en un tercero, saldándose el balance con tres empates consecutivos en los que, curiosamente, no había disputado los 90 minutos el capitán de la selección francesa.
Las estadísticas vuelven a ser reveladoras y denotan que el PSG tiene una dependencia extrema en Mbappé. Es lógico, porque hay pocos delanteros en el mundo, por no decir ninguno, que marquen las diferencias con tanta facilidad. En total, el crack de Bondy ha marcado 38 goles y 9 asistencias entre todas las competiciones, 47 participaciones de gol, siendo Kolo Muani el segundo, a años luz de su compañero, con 9 goles y 5 asistencias, y Dembélé el tercero, 1 gol y 11 asistencias.
Por mucho que Luis Enrique se empeñe en intentar cincelar un equipo que no dependa de Mbappé, su presencia en el terreno de juego acerca ostensiblemente al PSG a la victoria. En los cinco últimos partidos de la Ligue 1, tras anunciar su marcha a final de temporada, el líder de la Ligue 1 solo ganó uno en el que no marcó el delantero, contra el Lille, en el que no disputó ni un minuto al estar tocado en el tobillo.
Después, además de los tres empates seguidos, Rennes, Mónaco y Reims, en los que no jugó la totalidad del encuentro, en los dos partidos en los que marcó Mbappé, ante Nantes, suplente, y Montpellier este domingo, hat-trick y 90 minutos, el PSG se llevó la victoria. Luis Enrique sigue buscando una fórmula, al menos en el campeonato doméstico, para que el resto de los jugadores generen un equipo que no dependa de los goles del campeón del mundo en 2018, los datos denotan que, al menos este año, el PSG es mucho menos peligroso sin él en el campo. A partir de junio, el técnico asturiano tiene deberes para forjar un equipo que intente, en la medida de lo posible, olvidar la marcha, durísima, del máximo goleador de la historia del club.