Salvar al soldado Bellingham
El Madrid recurrirá la sanción que se le imponga a Jude Bellingham después de su expulsión ante el Valencia tras no haberle concedido un gol el colegiado Gil Manzano
Pero vayamos a la sucesión de hechos…
En medio de la vorágine del final del partido ante el Valencia, Jude Bellingham acudió rápido a protestar al colegiado del encuentro, el árbitro del Comité Extremeño, Jesús Gil Manzano, para pedirle explicaciones por la no concesión del gol que le daba el triunfo a los blancos ante el Valencia en la que hubiese sido la séptima remontada en Liga de la temporada: “It’s a fucking goal. The ball is in the air. What the fuck is that! (Es un jod… gol. El balón está en el aire. Qué coj… es eso!”, viene a decir la traducción) de la frase que pronunció el inglés antes de ser apartado por el valencianista Foulquier y por su compañero Lunin, antes de que otros jugadores madridistas le alejasen del colegiado. Gil Manzano no se lo pensó y le sacó la tarjeta roja directa: una sanción que implica un mínimo de dos encuentros de sanción, ampliable a tres dependiendo del acta del partido. De ser ese primer castigo, Bellingham se perdería los encuentros ante el Celta (en el estadio Santiago Bernabéu) y ante Osasuna en Pamplona… De tener que cumplir un encuentro más, éste sería ante el Athletic Club el próximo 31 de marzo, en el estadio madridista, una semana antes de que los rojiblancos jueguen la final de Copa ante el Mallorca en Sevilla. Todo dependía del acta del colegiado extremeño…
Al cabo de un buen rato, el acta ya era pública, con error incluido. En el apartado expulsiones, la misma dice así: “Real Madrid CF: En el minuto 999 (sic) el jugador (5) Bellingham, Jude Victor William fue expulsado por el siguiente motivo: Tras la finalización del partido y aún en el terreno de juego, se dirigió hacia mi con actitud agresiva y a gritos, repitiendo en varias ocasiones “it’s a fucking goal”. Esa “actitud agresiva” será la clave para determinar la sanción que deberá cumplir el centrocampista inglés...
Entre medias, Carlo Ancelotti confirmaba en la conferencia de prensa posterior al partido las palabras del centrocampista inglés y daba su versión: “Nos molesta su roja. Él (por Bellingham) ha sido transparente al confesar lo que ha dicho, acercándose de manera vehemente, algo normal tras lo sucedido y diciendo ‘It’s a fucking goal (es un jodido gol)’. Pero no dijo ningún insulto, sólo estaba frustrado. Para mí, lo de hoy ha sido inédito”. Mientras, el jugador retuiteaba lo que había dicho con mayor detalle: ‘It’s a fucking goal, the ball is in the air. What the fuck is that? (es un jodido gol, la pelota está en el aire, ¿Qué demonios ha sido eso?)’.
El comportamiento del jugador inglés viene recogido en el artículo 127 del Código Disciplinario de la RFEF. En el mismo se recoge que “protestar al árbitro principal, asistentes o cuarto árbitro, siempre que no constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos o por tiempo de hasta un mes”. Eso conduce a que la sanción más probable para el madridista sea de dos encuentros (Celta y Osasuna). También el reglamento de la IFAB (International Football Association Board, el órgano encargado de dictar y ordenar las reglas del fútbol) recoge este tipo de acciones: entre las infracciones sancionables con expulsión de encuentra las de “emplear lenguaje o actuar de modo ofensivo, insultante o humillante”, algo que refleja Gil Manzano en la redacción del acta con la frase “actitud agresiva”.
Al término del encuentro, y mientras la expedición blanca se ponía en marcha hacia el aeropuerto blanco, Jude se hacía fotos y firmaba fotos y cromos a la salida de Mestalla a unos niños que le esperaban pacientemente a la salida de los vestuarios. La indignación por su no gol había pasado a mejor vida, pero no para el inglés, que seguía repitiendo: “It’s a fucking goal” a todo aquel que quisiera escucharlo…