Raphinha, contra las malas lenguas
Sus números, 16 goles y 22 asistencias desde que llegó al Barça, contestan a quienes duda de su fichaje porque su representante entonces era Deco, ahora director deportivo.
Es Raphinha, sin embargo, un jugador con una gran determinación y confianza en sí mismo. La temporada pasada ya fue más importante de lo que parece. Su conexión con De Jong le dio un triunfo clave al Barça con diez jugadores en Pamplona (1-2). Y contra el Valencia (1-0) y Athletic (0-1) se entendió con Busquets para firmar goles que significaron triunfos camino del título de Liga. Ayer volvió a ser decisivo gracias a su excelente capacidad para entender los espacios. No fue sólo el 1-0 después de un gran servicio de João Félix. También su facilidad para leer los espacios cuando Sergi Roberto le puso en ventaja ante Valles, en la jugada que significó la expulsión del portero de Las Palmas.
Superada la lesión de la Supercopa, y en plena ebullición la aparición de Lamine Yamal, Raphinha ha tenido la voluntad de querer adaptarse a una posición de la que renegaba. Xavi le ha convencido de que podía ser un jugador válido desde el sector izquierdo. El futbolista lo ha entendido, rinde, y le gana a las malas lenguas a su nutrido grupo de críticos con números.