¿Por qué el ISIS ataca Rusia?
El Estado Islámico se ha atribuido la autoría del tiroteo en la sala de conciertos, que ha dejado 115 muertos. No ha cogido por sorpresa a nadie debido a las amenazas anteriores: tensiones en el Sahel, el conflicto sirio...
El ataque se produjo aproximadamente a las 20.00 hora local (17.00 GMT) en los prolegómenos del concierto del grupo de rock Piknik en la sala de conciertos del centro comercial Crocus City Hall de la ciudad de Kasnogorsk, en el noroeste de Moscú.
Asciende el número de muertos: 115
De manera preliminar, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) fijó el saldo mortal en 40, a lo que hay que sumar 146 heridos. Se trata del primer atentado terrorista de gravedad en Rusia desde el comienzo de la guerra de Ucrania hace más de dos años. Hoy, sin embargo, se ha podido conocer que el número de fallecidos ha ascendido a 115.
En las imágenes de las cámaras de seguridad, se aprecia cómo al menos cuatro hombres vestidos con ropa de camuflaje, pero sin pasamontañas, comienzan a disparar sin ningún control en el acristalado centro comercial, donde han actuado varias estrellas de la música desde 2009.
Amenazas previas
El grupo terrorista islamista Estado Islámico, también conocido como ISIS, se ha atribuido la autoría del tiroteo en la sala de conciertos. Ahora bien, el atentado no ha pillado por sorpresa a ninguna personalidad política del panorama internacional.
Y es que el pasado 8 de marzo, diversas embajadas occidentales, incluida la de EEUU, ya advirtieron a sus nacionales en Rusia sobre la posibilidad de atentados inminentes en el país. Sí, especialmente en grandes eventos en Moscú (conciertos, partidos de fútbol, exposiciones...).
“La embajada está al tanto de información que sugiere que extremistas planean ataques contra concentraciones masivas en Moscú, incluyendo conciertos”, señaló un comunicado de la embajada estadounidense. Y así ha sido.
El día anterior, el FSB anunció haber neutralizado en la provincia de Kaluga una célula del Estado Islámico que pretendía atentar contra una sinagoga en Moscú. Tan solo una semana antes, la fuerzas de seguridad eliminaron a seis supuestos yihadistas en una operación en Ingushetia, en el Cáucaso Norte.
Incidente en Kabul
La rama del Estado Islámico en Rusia, conocida como ‘Wilayat al Quqaz’, fue fundada por el extremista Rustam Asildarov en 2015, pero cesó su actividad supuestamente tras el asesinato por el Gobierno ruso en Daguestán en diciembre de 2016.
En este contexto, cabe destacar, el 5 de septiembre de 2023 el Estado Islámico reivindicó un atentado cerca de la embajada rusa en Kabul, donde perecieron el segundo secretario y un guardia de seguridad. Junto a naciones como Pakistán e Irán, Rusia mantuvo su embajada en Kabul tras el retorno al poder de los talibanes en 2021.
En septiembre de 2015, a petición del presidente Bashar al Asad, Rusia empezó a apoyar al gobierno sirio contra los rebeldes opositores y los grupos yihadistas, incluido el Estado Islámico. La intervención rusa fue clave para aplacar la rebelión y derrotar al Estado Islámico, que había anexado territorios en Siria a su ‘califato’ en Irak.
Según ‘EFE’, yihadistas de repúblicas rusas del Cáucaso se unieron al Estado Islámico en Siria para luchar contra las fuerzas de su propio país y algunos regresaron a Rusia tras el conflicto, representando una amenaza para Moscú.
Tensiones en el Sahel
A su vez, la inestabilidad en el Sahel ha llevado a golpes de Estado prorrusos en Níger, Mali y Burkina Faso, con la ayuda de mercenarios de Wagner en la lucha antiterrorista de esos países, donde hay gran presencia del Estado Islámico y también de grupos leales a Al Qaeda.
Algunas regiones de Mali, por ejemplo, se han convertido en un campo de batalla entre el Estado Islámico y las fuerzas gubernamentales, con apoyo de Wagner. En este país, el Estado Islámico lleva a cabo asesinatos constantes y tiene actualmente el control de Menaka, una región situada en el este, junto a la frontera con Níger.
