NBA | LAKERS 121 - WARRIORS 128 / Pesadilla en L.A.
Los Warriors asaltan el Crypto.com Arena en el regreso de Curry y adelantan a los Lakers en un duelo de puro ‘play in’. Anthony Davis solo juega 11 minutos por un golpe en el ojo.
El encuentro supuso el regreso de Stephen Curry después de perderse los últimos tres partidos (1-2 para los Warriors). El base empezó frío y los Lakers mandaban en el marcador (36-30 al final del primer cuarto) y en la pista. Pero todo se torció para los angelinos a 2:47 de acabar el cuarto inicial, cuando Anthony Davis intentó anotar una canasta y se llevó por el camino un golpe en el ojo de Trayce Jackson-Davis. Todavía quedaba casi todo el duelo por jugarse, pero ya nada sería lo mismo. Davis aún aguantó unas jugadas más, pero con evidente dolor en el ojo, que apenas podía abrir. En el segundo cuarto se sentó y no volvió más a la pista. La ausencia del ala-pívot tiró abajo el castillo de naipes defensivo de los Lakers, que no es de por sí demasiado estable, y abrió de par en par la entrada hacia la zona y la canasta para los rivales. Aunque los locales se mantuvieron por encima en el marcador hasta casi el descanso, el partido había virado hacia otra dirección.
En el segundo cuarto despertó Curry y Klay Thompson tuvo uno de esos ratos que de vez en cuando recuerdan al jugador que fue (llevaba 21 puntos en el intermedio). Enfrente, LeBron James hacía lo que podía, que era bastante. El Rey iba camino de convertirse en el tercer jugador más mayor en lograr un partido de 40 puntos (finalizó además con 8 rebotes, 9 asistencias y unos porcentajes de tiro magníficos). Pero quienes estaban a gusto a esas alturas eran los visitantes. Draymond Green (doble-doble de rebotes, 12, y asistencias, 13) también comenzaba a ser importante.
A la vuelta de vestuarios se reflejó a la perfección lo que hasta entonces era una sensación. Los Warriors se escaparon hasta lograr una ventaja de 12 puntos (79-91, la mayor del partido). A partir de ese momento fue un quiero y casi puedo, pero no, de los Lakers, que pegaron varios tirones para acercarse en el marcador: se pusieron a 5 antes de acabar el tercer cuarto, un triple de Taurean Prince nada más empezar el último parcial les dejaba a 6 y la entrada de LeBron a 8 del final supuso un último empujón. Un triple imposible suyo a 2:07 ponía el 120-124. Los Lakers parecían vivos, pero las revisiones y el reloj se iban a encargar de rematarles.
Ese tremendo triple iba a ser anulado segundos después por estar fuera de pista. Desde entonces hasta el final se iba a anular otra canasta por la misma razón y, para cortar del todo las alas y el momentum local del remontada, los últimos 95 segundos de partido tardaron 15 minutos de tiempo real por un problema en el reloj. Cuando se volvió a jugar, el calor había dejado paso al frío, Curry le robó el balón a LeBron y se la dio a Kuminga para que rematase la faena. El base acabó con 31 puntos en un regreso muy oportuno para los suyos, que ahora toman la delantera a los Lakers en la clasificación. Un duelo que a buen seguro veremos a las primeras de cambio en el play in. Solo falta saber si será en Los Ángeles o en San Francisco.