NÁPOLES 0 - ATALANTA 3 / Del Scudetto al desastre

La Atalanta pasea en el Maradona con un 0-3 que certifica el hecatombe del Nápoles en esta temporada. Los azzurri se empiezan a alejar también de los puestos de Europa.

Mirko Calemme
As
Hace un año, Nápoles estaba en plena preparación por su primer Scudetto sin Maradona y comenzaba una fiesta que duró más de tres meses. Hoy, de todo aquello, solo queda alguna bandera que aún aguanta los balcones. El paseo de la Atalanta en el Maradona, un 0-3 justo y definitivo, deja clarísimos todos los límites de un equipo que nunca supo defender el título de campeón, cambió tres entrenadores y ahora empieza a alejarse también de los puestos de Europa. El sueño de 2023 se convirtió en una pesadilla partenopea que no parece tener fin, mientras que la Dea, con este triunfo, marcha a un punto del quinto puesto que puede valer la Champions. Los de Calzona, séptimos, pueden ser superados en esta jornada también por Fiorentina y Lazio.

Los azzurri comenzaron la mañana todavía en polémica con la FIGC por el caso Acerbi-Juan Jesus. Antes del encuentro leyeron un mensaje antirracista y toda la plantilla se arrodilló durante el himno de la Serie A. El Maradona ovacionó el gesto, pero estos fueron los únicos aplausos del encuentro para sus jugadores.

Nada más comenzar, un pase al hueco de Pasalic para Miranchuk, que golpeó el poste, dejó claro que habrían sido 90 minutos durísimos para los sureños. El conjunto de Calzona, sin el lesionado Kvaratskhelia, perdió la única fuente de imprevisibilidad que tiene en este curso. En una primera parte para olvidar, mostró todos sus defectos, con inconsistencia arriba, fragilidad atrás. El 0-1, en el 25′, es un resumen perfecto: tras un centro de Zappacosta peinado por Hateboer, una caída de Rrahmani y la falta de reactividad de Juan Jesus le entregaron a Miranchuk el más sencillo de los goles. Antes del descanso, otra jugada mal gestionada por Juan Jesus propició también el 0-2: Miranchuk recuperó el esférico y cedió a Scamacca, que batió a Meret con un derechazo desde el límite del área.

El Nápoles dio una tímida señal de vida solo en el comienzo de la segunda parte, cuando una gran volea de Zielinski y un disparo de Osimhen tras un intento de Lobotka golpearon el poste. La doble oportunidad desperdiciada confirmó el momento negro de los azzurri, que perdieron fuelle con el pase de los minutos y encajaron también el 0-3 en el 88′ con Koopmeiners, que recibió un pase de Ruggeri desde la izquierda y superó a Meret con un zurdazo cruzado. El encuentro terminó con el Maradona medio vacío y sus Curvas cantando “iros a trabajar”, “fuera de Nápoles”, “a tomar por culo el Scudetto, merecemos más respeto”. Imaginar todo eso hace 365 días era imposible.


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