El
Leverkusen remontó al Hoffenheim en los últimos minutos de partido y
sigue invicto en la Bundesliga. Su distancia con el Bayern es de 13
puntos.
As
Este
Leverkusen es invencible. Al menos esa es la sensación que da cuando
juega en Alemania. Solo un día después de que Alonso anunciara su
continuidad como técnico del Bayer, su equipo demostró una personalidad
tremenda para llevarse los tres puntos del BayArena y rozar, cada vez
más, la primera Bundesliga de su historia. Dos goles en los minutos
88′ y 91′ tras un dominio aplastante en la segunda parte certificaron el
triunfo, muy sufrido, de un Leverkusen que estuvo perdiendo durante más
de una hora ante el Hoffenheim y mantienen la imbatibilidad del líder alemán, que no conoce la derrota en la competición doméstica.
Con
solo siete jornadas por disputarse y una diferencia de trece puntos
respecto al Bayern, el Leverkusen de Xabi Alonso mira al calendario con
los ojos saltones calculando qué día se proclamará campeón de su primera
Bundesliga. Con un objetivo tan cercano a la vuelta de la esquina, y
después del parón de selecciones, el equipo de las aspirinas se dejó ir
ante el Hoffenheim en una primera parte en la que empezó titubeante,
falto de ritmo. Tanto, que a la media hora se vio por debajo en el
marcador. Weghorst en un movimiento de nueve clásico, de espaldas al
área para facilitar una pared, dejó un balón de cara para Beier, que
llegaba en carrera al interior del área y resolvió con su pierna
derecha. Con el 0-1, los de Alonso despertaron y pusieron en
aprietos a Baumann, que terminó el primer tiempo siendo la gran figura
de su equipo con tres buenas paradas.
Con la misma tónica empezó el segundo periodo. El Leverkusen encerró al Hoffenheim en su área.
Hincapié fue el primero en avisar con un cabezazo desde el punto de
penalti que acabó en las manos de Baummann. Wirtz tambián aduvo cerca
del empate, pero culminó su jugada maradoniana con un punterón que se
marchó desviado. Las ocasiones se fueron sucediendo. Grimaldo, Schick,
Frimpong... Incluso Borja Iglesias tuvo una oportunidad para empatar en 86′, pero su disparo dio en el larguero.
No parecía ser la tarde del Bayer, que no bajó los brazos en ningún
momento. Gracias a eso, a un derroche de personalidad envidiable, el
Leverkusen se terminó llevando la victoria. Primero Andrich cazó un
balón que quedó muerto en el área, donde estaban casi todos los
jugadores sobre el campo, para empatar el partido con la derecha en un
remate mordido. Cuatro minutos después, Schick empujaba un centro de
Tella en el área pequeña para desatar la euforia del BayArena, donde ya
comienzan a hacer los preparativos para celebrar el título.