La historia de Felipe Pasadore: de buscar club en Facebook a ser el goleador de la liga boliviana
Jugó en las Inferiores de Tiro Federal y Belgrano, pero no llegó a debutar en Primera División. Publicó su currículum y Julio Zamora lo llevó a San Antonio de Bulo Bulo, donde logró el ascenso en 2023. Hoy contabiliza siete goles en seis partidos y es la figura del campeonato.
Sin embargo, dos años y un puñado de meses más tarde, la pelota lo llevó hasta la liga boliviana, que lo transformó en goleador de la actual edición tras conseguir el ascenso con San Antonio de Bulo Bulo.
Nacido en Rosario, Pasadore vivió un tiempo en El Bolsón cuando era niño y vistió la camiseta de Martín Güemes. Cuando regresó a la ciudad santafesina, pasó por el club Río Negro y Tiro Federal, institución que llegó a estar en la máxima división del fútbol argentino entre 2005 y 2006, aunque hoy milita en la liga rosarina.
Si bien el Pirata no lo dejó en libertad de acción, le abrieron la posibilidad de jugar en el equipo que forma parte de la liga de la provincia, pero el joven delantero quería cumplir el sueño de disputar unos minutos en Primera.
El teléfono sonó unas semanas después de realizar aquella publicación en la aclamada red social. La voz del otro lado le pertenecía a Julio Zamora, un entrenador coterráneo que lo había dirigido en los Tigres y lideraba los caminos de San Antonio de Bulo Bulo de Bolivia. “No me llamaron del club. Me contactó él directamente. Me contó el proyecto, me gustó y le di para adelante. Ni lo dudé", añade Pasadore.
A pesar de que son un poco más de 2.000 los kilómetros que separan a Rosario de Cochabamba, pareciera que la fisonomía futbolística y territorial cambia radicalmente. En primer lugar, es imposible sortear aquel obstáculo por el que, según afirmó alguna vez Daniel Alberto Passarella cuando era el director técnico de la Selección Argentina, "la pelota no dobla": la altura.
“Acá son 2800 metros, ya me acostumbré y no me pasa factura. Pero cuando viajamos a Oruro o La Paz se siente un poquito más. Son 4.000 de altura casi. Con el tema del calor estoy acostumbrado, pero en la altura se siente el ahogo”, detalla el futbolista de la categoría 2000.
Aunque le encantan los paisajes, la comida y el clima de la ciudad que lo acobijó, también admite que hay determinadas costumbres locales que le generaron cierto impacto al llegar a principios del año pasado. “Una vez estaba en mi departamento y vi un descampado en frente. Había como una feria y a la noche hacían rituales. Una persona desafía a otra a pelear y lo hacen hasta que sangre”. La descripción de Pasadore encaja al pelo con la de una tradición ancestral llamada Tinku, que sirve como ofrenda a la Pachamama, la madre tierra, para que les regale buenas cosechas.
Newell's, Europa y la Selección Argentina, los sueños de Pasadore
Volviendo un poco al fútbol, el delantero viajó solo a Bolivia -sin la compañía de sus dos hermanos y su madre- y se adaptó velozmente a su nuevo hogar: “Al principio entrenábamos en distintas canchas, no teníamos un lugar fijo para entrenar. Lo encontré bien al club y me acostumbré rápido. Había ido con otro chico que había jugado conmigo y estábamos los dos acompañándonos”.
A fines de 2023, San Antonio de Bulo Bulo venció por 4-2 en los penales a Libertad Gran Mamoré y ascendió por primera vez a la división más alta de la liga boliviana. En los primeros partidos del 2024, Pasadore la rompió. Convirtió siete goles y se afirmó como el máximo artillero del certamen. Si se pone la lupa en sus estadísticas, le hizo dos tantos a Real Tomayapo, tres al gigante The Strongest y un par más a Real Santa Cruz.
Con apenas 23 años sobre el lomo y un ascendente olfato goleador, Pasadore sueña con ponerse la camiseta de Newell´s Old Boys. “Me considero muy hincha. No soy fanático al nivel de la locura, pero iba a la cancha cuando podía y hasta fui socio en algún momento. Me hicieron hincha unos compañeros del jardín cuando era chiquito”, señala, y advierte que pudo haber jugado en las Divisiones Inferiores de la Lepra: “Me fui a probar de 6. Después quedé para ir al club y me pusieron de lateral izquierdo. Al tercer día me dijeron que no había quedado por el tema de la edad. Ya tenía 19”.
Más allá de que su afilado presente podría colocarlo en el radar de la Selección de Bolivia, renovada por el arribo del brasileño Carlos Zago al banco de suplentes y con la chance de pelear por la Copa América de Estados Unidos en junio, el delantero tiene bien claro cuáles son sus otros anhelos: "Me gustaría jugar en Europa y en la Selección Argentina".