Kepa no baja los brazos
El vasco no juega desde el 21 de enero y asume que volverá al Chelsea. Ante la falta de oportunidades, se refugia en el trabajo diario y espera tener algún partido antes del fin de curso.
El vasco llegó en verano a toda prisa cedido desde el Chelsea para suplir a Courtois, recién operado de una rotura en el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Los dos primeros partidos de Liga fueron para Lunin por considerar Ancelotti que Kepa requería de cierta adaptación, pero a la mínima el italiano se entregó al ex del Athletic y este respondió: en sus diez primeros partidos de Liga dejó la puerta a cero en cinco y encajó siete tantos. Generó algunas dudas por arriba, reconocidas por el propio Ancelotti, pero también certezas bajo los palos. Sin embargo, todo se torció en el calentamiento del Madrid-Braga en el Bernabéu.
Kepa notó una molestia muscular y la comunicó al cuerpo médico, lo que rápidamente implicó la entrada de Lunin en el once. Aquel día el Madrid ganó (2-0) y el ucranio firmó una actuación notable, parando incluso un penalti. Tras el duelo, con todo, Ancelotti dejó clara su postura: “Cuando Kepa esté disponible, Kepa va a jugar”. Esa frase le perseguiría durante muchas semanas, sobre todo porque cambió su criterio en más de una ocasión, hasta el punto de que no cumplió con esa promesa: tras recuperarse Kepa, combinó a ambos porteros a la espera de una decisión definitiva, que llegó en la Supercopa de España, en Arabia.
Allí, Kepa disputó la semifinal ante el Atlético, ganada por 5-3 pero con un error por alto del vasco que pudo costar caro; Lunin tuvo la final, un paseo militar ante el Barça (4-1). Después de aquello, Ancelotti sólo le dio a Kepa un duelo, el de Liga ante el Almería en casa, con remontada polémica (3-2) y sin nada de lo que acusar al vasco, que poco pudo hacer en los goles andaluces. Aquello sucedió el 21 de enero; desde entonces, ni un minuto oficial para él.
Refugiado en el trabajo diario
El cambio ha sido tal que ni el propio Kepa se lo creería si se lo cuentan en septiembre, cuando existía cierto debate en torno a si el Madrid debía intentar su fichaje en verano por las dudas que podría generar Courtois en su retorno tras una inactividad tan larga. “Si el Madrid te llama, no hay mucho que pensar. ¿Quedarme? Habría que llegar a un acuerdo, pero yo encantadísimo”, decía en El Larguero de la SER durante el parón internacional de septiembre, concentrado con la Selección. Esa es otra: estas suplencias continuadas le han privado de ir de nuevo con España, cuando por entonces se hablaba de sus posibilidades para ser titular en la Eurocopa si seguía jugándolo todo en el Madrid. Ahora parece una realidad asumida que no estará en Alemania.
¿Y cómo vive todo esto Kepa? Dicen en su entorno que con calma y sin afectarle demasiado. Evidentemente, con la rabia de ver que cada día de partido su nombre no es el elegido por Ancelotti en el once titular, pero ha decidido refugiarse en el trabajo diario como medicina ante esta situación y para que, si llega el caso de que Carletto quiere darle un partido, pueda estar a la altura. En Valdebebas ven al vasco animado en cada entrenamiento, aunque asumen los suyos que su camino en el Real Madrid llega hasta el 30 de junio. No ha habido comunicación al respecto aún, pero entienden que dado el panorama, el club blanco no intentará su fichaje. Volverá al Chelsea, con el que le queda otro año de contrato, y en verano abrirá el abanico de posibilidades que tenga para decidir su camino. El pasado mercado estival tenía un acuerdo prácticamente hecho con el Bayern y el club bávaro no se ha reforzado, sigue tirando de Neuer y Ulreich bajo palos. No sería descabellado que esa ventanilla siga abierta...