EUROPA LEAGUE (1/8) | RANGERS (2) - BENFICA 1 (3) / Salvavidas Di María

El argentino volvió a ser decisivo con el Benfica dándole una asistencia espectacular a Rafa Silva, que marcó un gran gol bajo el diluvio de Glasgow. Una victoria que da oxígeno a un Roger Schmidt muy discutido.

Iván Cordovilla
As
El Benfica llegó a esta eliminatoria tras caer contra sus dos rivales en Portugal (un 5-0 dolorosísimo del Oporto incluido). La ida no convenció demasiado, pero esta victoria en la vuelta ha dado una gran alegría a los aficionados lisboetas en una temporada que no está saliendo tan bien como esperaban. Y, como en otros tantos partidos, el factor decisivo volvió a ser Di María.

El argentino está completando una temporada increíble y esta vez, además de salvar al Benfica en Europa, seguramente también salvase el puesto de trabajo de Roger Schmidt. El técnico alemán está muy discutido por la afición portuguesa, aunque la directiva recientemente le ratificó (la indemnización por su contrato, hasta 2026, es un gran impedimento para su despido). Para el partido en Glasgow confió en Marcos Leonardo en el once titular. El joven talento brasileño viene de marcar en liga, pero en este partido estuvo tan perdido que fue sustituido al descanso.

Con Tengstedt, el equipo no mejoró. En la primera parte apenas intentaron un tiro a puerta cada uno. Ninguno con peligro... salvo el del Rangers, que ya se encargó Trubin de que sí lo tuviese. El portero ucraniano dejó escapar un disparo sencillo y casi se le cuela en la portería. La segunda parte tampoco fue un torrente de ocasiones. Pero sí de lluvia. La que cayó en Glasgow fue de época y ahí, en el fango, apareció Di María. Florentino envió un balón largo para salir a la contra y el argentino se apresuró para darle el pase a Rafa Silva con la cabeza. Un pase sencillo, pero absolutamente clave por su rapidez. Fue la justa para que Rafa Silva pudiese recibir habiendo salido desde su campo y, por tanto, sin caer en fuera de juego. El mediapunta portugués exhibió su clase conduciendo en diagonal para evitar la entrada rival y batiendo a Butland. El VAR indicó que no era fuera de juego.

Un 0-1 que hizo ponerse más nervioso al Benfica, consciente de que tenía un botín importante. Pero la ocasión más clara fue suya. El Rangers y, sobre todo Fábio Silva, no fueron tan agresivos como en la ida. Bah sorprendió con un disparo cuando nadie se lo esperaba y solo un paradón de Butland evitó el segundo. El Benfica se llevó otro susto con un intento de despeje fallido por António Silva. Pero solo fue eso, un susto. Como esta eliminatoria para el Benfica. Y como este último mes para Roger Schmidt.


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