Tras
el “no” de Apelación, el club agota la vía de recurso, pero es
consciente de que la decisión llegará en semanas: “No pasa nada, a
luchar y a ganar”.
As
El
Real Madrid agotará la vía de recurso tras la sanción de dos partidos a
Jude Bellingham. Después de recibir en la mañana de este viernes el
“no” de Apelación, el club blanco acudió al TAD (Tribunal de Arbitraje
Deportivo), la última instancia posible para intentar que los dos
partidos que el Comité de Competición le adjudicó a Bellingham tras su
roja en Valencia se queden en uno o en ninguno. Pero desde el Madrid
asumen que la decisión llegará dentro de varias semanas y que
probablemente no sea favorable a los intereses blancos; se recurre por
agotar la vía y por lograr, si llega, una victoria con la que justificar
la defensa que han hecho del inglés tras su roja en Valencia, pero para
cuando llegue la decisión Bellingham ya habrá cumplido sus dos partidos
de sanción. “No pasa nada, a luchar y a ganar”, dicen en el club
blanco, contando con que el británico no estará ni ante el Celta este
domingo ni contra Osasuna el sábado 16.
Tanto
es así que el Madrid no ha solicitado al TAD medidas cautelares para
que deje en suspenso la sanción a Bellingham mientras estudia el fondo
de la cuestión, y es normal que no lo haga, viendo el calendario: tras
la visita del Celta, el Madrid tiene en Liga a Osasuna, Athletic,
Mallorca y Barcelona. Con el Clásico a la vista, pedir la cautelar
entrañaría un riesgo importante y en el club blanco no quieren correrlo.
Defienden que la sanción es desproporcionada, pero asumen que el Madrid tendrá que apañarse sin Bellingham en las dos próximas jornadas de Liga.
Bellingham
fue expulsado con roja directa tras el gol que marcó y que no subió al
marcador porque Gil Manzano había decretado ya el final del partido,
apenas unos segundos antes. Una acción que fue muy reclamada por
todos los madridistas y en especial por el inglés, que según el acta le
espetó al árbitro “It’s a fucking goal” (en castellano, “es un jodido
gol”), en tono agresivo y airado. El Comité de Competición consideró
que tal acción constataba una desconsideración hacia el colegiado y
aplicó el castigo mínimo para ese caso, de dos partidos (el máximo es
tres). Por tanto, la reducción del castigo no entra en los planes; sólo habría milagro si el TAD considera que lo sucedido no constituyó ni siquiera una desconsideración hacia Gil Manzano,
aunque es muy complicado con esa redacción del acta. En el Madrid lo
saben y lo asumen, pero por si acaso van al TAD buscando una sentencia
que les dé la razón en este asunto.