El dilema del Chelsea con Stamford Bridge: del proyecto de refacción que lo llevaría a jugar seis años en otro estadio a los planes más alocados
Los Blues reconocen que su recinto quedó en el pasado comparado con el de sus rivales de la Premier League y buscan una solución a un problema que arrastran desde 2007
Anteriormente el cuadro que viste de azul quería renovar el estadio actual tribuna por tribuna en un esquema similar al del Liverpool en Anfield. En octubre los propietarios de un bloque de viviendas para veteranos junto a Stamford Bridge acordaron vender al club, bajo el nuevo propietario Todd Boehly, un terreno adyacente al estadio por 80 millones de libras. El acuerdo aún no se cerró, pero según fuentes consultadas por el medio inglés, los directivos del club decidieron que sería inviable llevar a cabo los procesos de planificación y construcción.
Así que si los Blues están decididos a permanecer en su cancha actual que es su hogar desde 1905. La última estimación es que un proyecto de este tipo llevaría seis años, lo que obligaría al club a alquilar una sede temporal como el mítico Wembley. El Chelsea fue vinculado en repetidas ocasiones con la construcción de una nueva cancha en el emplazamiento del antiguo centro de exposiciones de Earls Court, a un kilómetro y medio de su estadio actual, pero sólo la compra del terreno costaría al menos 500 millones de libras antes de poner el primer ladrillo.
El renovado grupo propietario del Chelsea, encabezado por Boehly, gastó 2.500 millones de libras en la adquisición del club en 2022 y prometió 1.750 millones en inversiones adicionales. Desde entonces, desembolsó más de 1.000 millones de libras en jugadores sin lograr resultados deportivos positivos y quedó fuera de todas las competencias continentales para la temporada 2023/24 que está en curso.
El ex presidente diagramó planos donde ubicaba el estadio encima de una concurrida estación de tren del centro de la capital de Inglaterra. Un promotor inmobiliario explicó al Athletic que Abramovich imaginó una cancha con capacidad para 60 mil espectadores apoyado sobre columnas y situado sobre la línea de tren existente. Además, planeaba financiar el proyecto construyendo también rascacielos alrededor del recinto pero el plan se abandonó cuando quedó claro lo costoso que sería.