Donald Trump vende Biblias para financiar su campaña presidencial
El expresidente afirmó que los cristianos están bajo asedio, en un esfuerzo por reforzar su apoyo entre los evangélicos y financiar sus ambiciones políticas
“¡Feliz Semana Santa! Vayamos a hacer que América rece de nuevo”, manifestó Trump en un video promocional, incitando a sus seguidores a adquirir esta Biblia vendida a 59,99 dólares, que no sólo contiene textos sagrados sino también documentos fundacionales de Estados Unidos como la Constitución, la Declaración de Independencia y el Himno Nacional, entre otros.
USA Today señaló que este movimiento ha sido rápidamente criticado por opositores políticos y comentaristas, quienes lo ven como un acto de hipocresía y una mercantilización de símbolos religiosos y nacionales para fines personales.
NPR indicó que el contexto de este lanzamiento resuena con un momento polémico de la presidencia de Trump, cuando posó con una Biblia frente a una iglesia después de que la policía despejara a manifestantes pacíficos con gases lacrimógenos, gesto severamente criticado por líderes religiosos y políticos.
“La última vez que el pueblo estadounidense vio a Donald Trump sosteniendo una Biblia fue para una sesión de fotos después de que lanzara gases lacrimógenos a ciudadanos estadounidenses”, recordó Sarafina Chitika, vocera de la campaña de reelección de Biden, evidenciando la polarización en torno a estas acciones.
Mientras enfrenta demandas por difamación y acusaciones de fraude bancario, el ex presidente se ha posicionado como un defensor de los valores cristianos, prometiendo proteger los “valores cristianos de la izquierda radical” y asegurando que bajo su administración “nadie tocará la cruz de Cristo”.
Esta retórica parece resonar con un segmento de sus seguidores, particularmente con los evangelistas blancos, quienes, a pesar de los múltiples divorcios, insultos y acusaciones contra Trump, continúan viéndolo como un paladín de sus creencias, destacó Axios.
Trump, que ha proclamado en diversas ocasiones su afición por la Biblia, se enfrenta ahora al escrutinio público y a la crítica de sus opositores, quienes ven en esta estrategia una continua manipulación de la fe y los valores nacionales por conveniencia política.