Dengue en las Américas: los casos se triplicaron en relación al mismo período del año pasado
La Organización Panamericana de la Salud solicitó ante este escenario llevar adelante más campañas de prevención y fortalecer la eliminación de las larvas. Los expertos insisten también en educar a la población sobre los síntomas de la enfermedad
“Esto es motivo de preocupación, ya que representa tres veces más casos que los reportados para esta misma fecha en 2023”, destacó el director de la OPS, Jarbas Barbosa, el jueves 28 de marzo, durante una rueda de prensa en la que participó Infobae.
“Quisiera destacar que nuestra primera prioridad en la OPS es evitar muertes. Es el control de la mortalidad del dengue y trabajamos desde hace varios años para mantener ese promedio por debajo de 0,05%. Y en este momento la letalidad en el continente es menor que esa cifra. Es un gran desafío permanente para evitar casos graves y muertes. Y realmente eso está en el centro de la estrategia promovida, integrada y alentada por la OPS”, dijo Barbosa.
Esta metodología abarca el mejora en los sistemas de monitoreo, el diagnóstico precoz y la administración de tratamientos a tiempo, aspectos que han jugado un papel crucial en la preservación de miles de vidas.
Desde la OPS se hizo hincapié en tres puntos:
- Un llamado a la acción al instar a intensificar los esfuerzos para eliminar los criaderos de mosquitos y protegerse de las picaduras
- Preparar a los servicios de salud para el diagnóstico temprano y el manejo clínico oportuno
- Educar a la población sobre los síntomas del dengue para que busquen atención médica de inmediato.
“Hacer frente al dengue es tarea de todos los sectores de la sociedad”, sostuvo el doctor Barbosa y pidió “involucrar a las comunidades para tener éxito en nuestros esfuerzos”.
Desde el año 2010, la Organización Panamericana de la Salud ha estado facilitando asistencia a los países para desplegar una estrategia comprensiva dirigida al manejo de arbovirus como el dengue, contribuyendo significativamente a la salvaguarda de incontables vidas.
Este plan de acción se centra en el refuerzo de la vigilancia integrada de enfermedades transmitidas por vectores, abarcando Dengue, Zika y chikungunya. Se pone especial atención en la optimización del diagnóstico y tratamiento, priorizando la identificación precoz de indicadores de riesgo y asegurando una respuesta médica rápida para prevenir desenlaces graves y mortales.
Los especialistas de la OPS atribuyeron el ascenso en los casos de dengue a la temporada de transmisión más intensa en el hemisferio sur, época en la cual la diseminación del mosquito Aedes aegypti se intensifica por las condiciones climáticas de calor y precipitaciones. La expansión del mosquito portador, así como de los casos a territorios antes no afectados, suscita preocupaciones acerca de la posibilidad de que ciertos países no se hallen equipados para manejar un incremento en la transmisión de la enfermedad.
“Vemos un aumento de dengue en países como Barbados, Costa Rica, Guadalupe, Guatemala, Martinica y México, donde la transmisión suele ser más alta en la segunda mitad del año”, dijo Barbosa.
“Varios factores ambientales y sociales propician la propagación del dengue como los eventos climáticos extremos, el fenómeno de El Niño, el crecimiento poblacional rápido y la urbanización no planificada juegan un papel crucial. Condiciones de vivienda precarias y servicios de agua y saneamiento insuficientes crean criaderos en objetos desechados y en otros utilizados para acumular agua”, sostuvo.
“En condiciones de temperatura y humedad adecuadas, los objetos desechados que puede almacenar agua en cualquier cantidad sirven de criaderos para los mosquito”, sostuvo Barbosa.
Estrategias contra el dengue
“La gran herramienta para controlar la transmisión del dengue sigue siendo la eliminación de los criaderos de mosquitos, ya sea en las casas o en lugares públicos, como parques, comercios, plazas, etc., a fin de que se reduzca la población de mosquitos y así también reducir la transmisión de la enfermedad. Además de la preparación de los servicios de salud para diagnosticar y tratar adecuadamente los casos que pueden convertirse en casos graves como el dengue”, remarcó Barbosa.
“Nuestro enfoque en la OPS incluye el fortalecimiento de la vigilancia integrada de todas las enfermedades arbovirales, incluidas Dengue, Zika y chikungunya. La mejora en el diagnóstico y tratamiento, con énfasis en la detección temprana de signos de alerta y la atención oportuna de los pacientes para evitar complicaciones graves y fatales”, precisó.
Consultado por Infobae sobre las nuevas técnicas científicas para combatir la enfermedad, Barbosa precisó que la OPS, busca trabajar nuevas estrategias de control de vector como las pruebas en la esterilización de mosquitos, el uso de la bacteria wolbachia que infecta el mosquito e impide que pueda ser portador el virus del dengue.
“Son estrategias promisorias, pero que todavía van a tomar algún par de años hasta que tenga una factibilidad para el uso inmediato. Pero tenemos ya estrategias que se están utilizando y se puede ampliar, como por ejemplo la estratificación de riesgo para identificar áreas en una ciudad grande donde en general empieza la proliferación más acelerada del mosquito y ahí se concentra los esfuerzos para reducir la transmisión”, sostuvo el funcionario.
Y agregó: “Lo que es muy importante también es llamar la atención para eliminar la gran mayoría, alrededor de 80% de los criaderos de mosquitos, que están en las casas de las personas o en las cercanías de las casas. O sea, debe ponderarse la combinación de una actividad de los gobiernos, pero también con una participación de la comunidad importante. Yo creo que es clave y es una herramienta clave para que se pueda disminuir mucho la posibilidad de los brotes de dengue”.
Comportamiento del dengue en la región
El especialista destacó que la coexistencia de los cuatro serotipos del dengue en la región eleva el riesgo de epidemias y manifestaciones severas de la enfermedad, debido a la circulación simultánea de dos o más serotipos, situación que se presenta en 21 países y territorios de las Américas. Barbosa señaló que el dengue manifiesta una transmisión intensa en la primera mitad del año, disminuyendo notablemente en la segunda, generando una percepción errónea de que la enfermedad ha sido erradicada.
“Por ello, es crucial que los países implementen programas continuos que permitan la identificación temprana del inicio de la transmisión e incluso antes de que comience, cuando se observa la proliferación de los mosquitos”, afirmó Barbosa. Además, resaltó: “Los países enfrentan ahora un desafío significativo, pues durante una epidemia de dengue, la circulación del virus es tan amplia que casi todas las personas entran en contacto con algún serotipo del virus”.
Con respecto a la vacuna, el funcionario sostuvo: “Es importante resaltar que la vacuna no es una herramienta para controlar la transmisión en ese momento, pero los estudios a largo plazo demuestran que en solo ocho años de aplicación podrían tener un impacto importante en la transmisión del dengue”, dijo Barbosa sobre la inmunización que se está llevando adelante en varios países con la nueva vacuna de Takeda.
“El productor Takeda tiene una capacidad muy limitada hoy para la producción de vacunas. Brasil es actualmente el país que mayormente utiliza la vacuna. Argentina también las está aplicando. Esto es importante que ocurra en países que tienen un buen sistema de vigilancia epidemiológica, un buen sistema de registro de eventos adversos de vacunas. Por lo que deben estar preparados o en condiciones de hacer estudios sobre cómo se comporta esta inmunización. Hay que recordar también que es una vacuna nueva que se desarrolló en una época cuando el dengue prácticamente no circulaba, por lo que los datos de eficacia son muy limitados. Ahora con el uso en la vida real, tendremos datos sobre la eficacia de las vacunas. Se están generando muchos nuevos datos”, añadió Barbosa.
Cuándo un caso se considera “dengue grave”
La Organización Mundial de la Salud alerta que una infección anterior por el virus del dengue incrementa las posibilidades de padecer una forma grave de la enfermedad.
Se señala, además, que individuos particularmente en riesgo de contraer dengue grave incluyen a niños menores de un año, mujeres embarazadas y personas mayores de 65 años. Aquellos que sufren de enfermedades preexistentes como diabetes, obesidad, hipertensión arterial, asma, trastornos de coagulación, enfermedad hepática crónica, enfermedades del sistema sanguíneo y problemas renales también presentan mayor vulnerabilidad.
El dengue grave puede manifestar en los pacientes de múltiples maneras, incluyendo sangrados extensos, shock dengue o afectaciones graves en órganos cruciales, lo cual puede llevar a complicaciones severas tales como miocarditis, encefalitis o hepatitis.
El neumólogo Jorge Pascual, que ejerce en la Mayo Clinic y ocupa el cargo de director médico ejecutivo para la región de las Américas, compartió en una entrevista exclusiva con Infobae que “los casos más severos del dengue afectan de manera directa a los vasos sanguíneos. El cuadro clínico inicia típicamente con fiebre ligera, dolor detrás de los ojos, molestias generales y dolores articulares y musculares, e incluso puede presentarse erupciones cutáneas. Sin embargo, la situación se agrava con intensos sangrados estomacales, intestinales y nasales”, indicó el doctor Pascual.
Por otra parte, los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU. subrayan que es crucial buscar atención médica inmediata si se experimentan signos de alarma del dengue grave, los cuales suelen aparecer de 24 a 48 horas después de la desaparición de la fiebre. Entre estos síntomas destacan:
- Dolor abdominal fuerte o sensibilidad
- Vómitos frecuentes (tres o más veces en un lapso de 24 horas)
- Sangrado de nariz o encías
- Vómito sanguíneo o presencia de sangre en las heces
- Sentirse extremadamente cansado, agitado o irritable