Con Cavani en estado de gracia, Boca tuvo el mérito de transformar un partido oficial en un entrenamiento con público
Venció por 3-0 a Central Norte (Salta) y avanzó a 16avos de final de la Copa Argentina; el uruguayo habló tras el partido sobre las críticas que recibió
Agresividad, velocidad, precisión, aceleración, profundidad. Todo eso tuvo Boca en el Madre de Ciudades. ¿La defensa? Una incógnita, ya que los salteños apenas generaron algo de peligro sobre el cierre de la primera mitad, cuando Boca, algo confiado, pareció bajar la guardia. El calendario, es cierto, le permitió a Diego Martínez utilizar sus mejores piezas, que además llegaban descansadas. El Xeneize no completaba 90′ desde el 4 a 2 sobre Racing (ante Estudiantes se suspendió a los 27′ del primer tiempo), mientras que su próximo partido será el sábado, ante San Lorenzo en la Bombonera, por la Copa de la Liga. Pero Boca, más allá de los nombres, tuvo el mérito de no sacar jamás el pie del acelerador; algo fundamental en esta clase de compromisos. Lo jugó como un partido de campeonato, con intensidad y dientes apretados. Y si no marcó más goles fue por la falta de fineza de sus delanteros, en especial para evitar el offside.
La estadística marca que Boca cayó solamente dos veces por la Copa Argentina frente a adversarios de categorías inferiores: ante Huracán en 2014 y frente a Almagro en 2019, dos rivales de la B Nacional. A los 17′, Boca ya ganaba 1 a 0. Y de la manera que le gusta al DT: Zenón abrió para Blanco, el lateral superó con facilidad a Santiago Rinaudo y envió un centro justo para el ingreso de Cavani, que tocó de primera a la red desde la puerta del área chica. El Matador llegó a su noveno grito con la azul y oro, seis en los últimos cuatro partidos.
Boca fue demasiado para un Central Norte al que se le quemaron los papeles tras el primer cuarto de hora. Y entonces el partido comenzó, lentamente, a tomar ribetes de entrenamiento a puertas abiertas. Por la diferencia de categoría entre los equipos y porque Martínez aprovechó la distancia en el marcador para darles minutos a Darío Benedetto, Marcelo Saracchi y otros futbolistas que venían sin rodaje. Además, Taborda tuvo la chance desde el arranque, Anselmino cumplió en la posición de marcador central y Merentiel se sacó la mufa luego de cinco encuentros sin alegrías. Langoni, preservado por cuestiones físicas, ingresó muy bien en el complemento (asistió a Merentiel para el 3 a 0) y Brey sumó otros 90′ por las lesiones de Javier García y Chiquito Romero. El ex Los Andes tuvo poco trabajo bajo los tres palos, aunque dio algunos rebotes que no suelen verse en su juego.
Boca, de a poco, empieza a amigarse con el juego que pretende su DT y a enfilar resultados positivos. Perdió uno de sus últimos seis encuentros y cuenta ahora con un Cavani inspirado, feliz, que juega, asiste y convierte. Y que gritó con alma y vida su primer gol, de cara a la hinchada de Boca, que le regaló otra ovación.
El foco de Boca, está claro, está puesto en la recta final de Copa de la Liga, donde todavía rema de atrás. Con un partido menos (el que debe completar frente a Estudiantes), se ubica a dos puntos de Newell’s, el último de los equipos en zona de clasificación. Pero el triunfo sobre Central Norte viene bien para elevar la confianza del plantel y para despejar dudas sobre el DT. En pocas palabras, para transitar las fechas finales del certamen y el comienzo de la Copa Sudamericana, frente a Nacional de Potosí, con mayor tranquilidad.
Boca, como dijo Martínez, está obligado a pelear todos los frentes. Por plantel, por presupuesto, y porque así lo demanda su camiseta. Enfrente hubo un rival débil, que llevaba meses sin jugar (aún no debutó en el Federal) y que exhibió las limitaciones lógicas ante un Boca repleto de jerarquía. Así y todo, Boca se sacó de encima un partido incómodo con juego, actitud y goles de gran factura. El camino es el correcto. Dependerá de Boca no volver a desviarse.
Cavani: “El arco no se abre, eso es mentira”
El goleador de Boca habló con TyC Sports tras la victoria xeneize. todavía en el campo de juego, donde suele decirse que las revoluciones no bajan, dio una clase abierta. Sin levantar el tono, escuchó la pregunta sobre los cuestionamientos que recibió por lo que le costaba anotar un gol y, con tono amable y firme, respondió. Lo que sigue es una especie de monólogo, en el que el uruguayo de 37 años mostró una vez que su jerarquía traspasa largamente las medidas de una cancha de fútbol...
Dijo Cavani: “Son partidos donde hay muchas situaciones que a veces uno no las tiene estudiadas. Es difícil planificarlo. Enfrentamos el partido con la actitud justa, como hay que hacerlo. Merecimos esto. Quizás sacar una ventaja más amplia. Lo importante es que se ganó. El equipo estuvo a la altura del partido, con una buena identidad. Nos llevamos cosas positivas. El arco no se abre. Los delanteros lo hacemos abrir, cuando seguimos trabajando. Es la única receta. Es mentira que se abre el arco. Si no las salís a buscar, las cosas no llegan. Estoy contento porque se nos dan los resultados. Estamos buscando encontrar un camino y poco a poco estamos cerca. Me alegro por eso. Lo que se ha hablado, estamos acostumbrados. ¡Si habré escuchado cosas con jugadores de ustedes! (Aclaración: se refiere a críticas de la prensa a futbolistas argentinos). Voy por mi camino. Esa ha sido mi esencia y no la voy a cambiar nunca. Teníamos un gran grupo, de buenos seres humanos. Lo más lindo es cuando se logra un gran equipo. Y eso se logra con jugadores sanos. Nos abrazamos todos juntos. No importa quién haga los goles. Hay que seguir creciendo y trabajando”.