CHAMPIONS (1/8, VUELTA) | BARCELONA 3-NÁPOLES 1 (4-2) / El Barça vuelve a retar al destino
El Barcelona supera al Nápoles por 3-1 y accede a los cuartos de final de la Champions por primera vez en cuatro años. Fermín, Cancelo y Lewandowski, goleadores.
A Xavi se le planteaba un escenario determinante. No se jugaba sólo su futuro, ni el prestigio deportivo ni el futuro económico de a entidad. Se lo jugaba todo a una carta en una partida de cartas que iba a tener altos y bajos. Para afrontar el duelo, el técnico blaugrana despejó de inicio las dos únicas incógnitas que tenía de cara al once inicial en favor de la meritocracia y teniendo claro que este equipo juega a rachas esperando un desenlace largo que contemplaba un final dramático. Porque lo más lógico, ante la falta de autoridad del equipo blaugrana, era que los cambios fueran más determinantes que la alineación inicial.
En virtud a este escenario, Fermín apareció como centrocampista titular y Raphinha le robó a João Félix el puesto de extremo izquierdo de salida. Ambas opciones salieron bien porque Fermín fue el autor del primer gol del equipo catalán y Raphinha originó el segundo tanto del Barcelona disparando al poste. El rechace lo recogió Cancelo para marcar el 2-0 en 17 minutos. Un resultado que pondría a cualquier equipo a los mandos de la eliminatoria, pero con el Barcelona, esto es complicado.
Incógnita en la máxima exigencia
El Barcelona es un equipo que pisa territorio desconocido en cuanto llega a los momentos de máxima exigencia y lo que podría ser un resultado de 2-0 que daría pie para archivar un partido y pasar a cuartos más o menos tranquilos se convierte en manos del conjunto barcelonista en una novela de misterio. Tanto es así, que antes de la media hora de partido el Nápoles marcó lo que se podría denominar el “gol del miedo”. Por mucho que el Barcelona domine un partido, como fue el caso de la primera parte ante el Nápoles, el conjunto de Xavi sigue teniendo una mandíbula de cristal. Al primer golpe, los blaugrana se echan a temblar aunque lleven, como era el caso, el combate ganado a los puntos. Pero siempre se exponen al KO técnico.
El gol de Rrahmani en la primera llegada seria del Nápoles a la media hora de juego provocó que al Barça le entraran todos los miedos y que todo el trabajo realizado hasta el momento fuera considerado en vano. Entraba el miedo a los blaugrana, que acabaron, sin motivo futbolístico real, a rezar por llegar al descanso. El miedo y la desconfianza sigue siendo el peor enemigo de un equipo que no cree en sus posibilidades.
Para tratar de amarrar el partido, Xavi dio entrada a Romeu y Sergi Roberto para tratar de dar pausa a un partido loco. Y resultó que el ingreso de Sergi Roberto, veterano de mil batallas y con el código del Barcelona incorporado se asoció con Gündogan para regalar el gol de la sentencia de la eliminatoria a un lewandowski que apareció en el momento justo. Con el 3-1 en el marcador, el Nápoles entregó la cuchara tras un disparo al larguero y el Barcelona pudo celebrar un pase a cuartos de final que supone muchas cosas que van más allá del simple hecho de pasar ronda.
El conjunto blaugrana vuelve a los cuartos de final de la Champions después de cuatro años de frustraciones europeas y ahora lo que queda por delante es un reto al destino. No tienen las apuestas a favor, pero están donde querían. Y donde nadie se los imaginaba. El reto continúa.