Bolsonaro pidió a la Corte Suprema que le devuelva su pasaporte para poder viajar a Israel en mayo
El líder ultraderechista está sin el documento desde el pasado 8 de febrero, cuando la Policía Federal lanzó una operación contra la supuesta trama que buscó anular las elecciones presidenciales de 2022
En ese operativo, el Supremo impuso al ex jefe de Estado (2019-2022) una serie de medidas cautelares: le confiscó el pasaporte, le impidió abandonar el país y le prohibió entrar en contacto con otros investigados.
La defensa del exmpresidente alegó que la visita “no acarrea ningún riesgo al proceso” judicial, pues es de naturaleza “transitoria y temporal”.
La petición llega después de que el diario The New York Times revelara que Bolsonaro pasó dos noches en la embajada de Hungría, en Brasilia, tras la operación del 8 de febrero, algo que sus detractores han interpretado como una tentativa del ex gobernante de escapar de la Justicia en caso de una eventual prisión.
Las imágenes de las cámaras de seguridad obtenidas por el rotativo muestran al ex jefe de Estado en la delegación en compañía de dos escoltas, del embajador húngaro y de diplomáticos del país europeo.
Según el periódico, llegó la noche del 12 de febrero y se marchó la tarde del día 14.
La defensa del ex presidente confirmó en un comunicado que Bolsonaro permaneció dos días en la embajada húngara tras recibir una invitación “para mantener contactos con autoridades del país amigo”.
“Cualquier otra interpretación que vaya más allá de la información aquí transmitida constituye un evidente trabajo de ficción, ajeno a la realidad de los hechos y es, en la práctica, una lista más de ‘fake news’”, señala el escrito firmado por los abogados Paulo Amador da Cunha Bueno, Daniel Bettamio Tesser y Fábio Wajngarten.
El Gobierno brasileño convocó al embajador húngaro en Brasilia, Miklós Halmai, para que explicara la estadía de Bolsonaro, quien también tuvo que dar su versión de los hechos por orden del Supremo.
Intento de golpe
Bolsonaro propuso en diversas reuniones a los comandantes de las Fuerzas Armadas dar un golpe de Estado a través de la anulación de las elecciones de 2022, según afirmó el ex jefe del Ejército en una declaración divulgada el 15 de marzo por medios locales.
El líder ultraderechista se reunió el 7 de diciembre de 2022, poco antes de dejar el poder, con los jefes del Ejército, la Aeronáutica y la Marina en el Palacio de Alvorada, residencia oficial de la Presidencia, en Brasilia, para plantearles diferentes mecanismos jurídicos con la intención de mantenerse en el poder.
Así lo reveló el entonces jefe del Ejército, Marco Freire Gomes, en una declaración ante la Policía Federal que tuvo lugar el pasado 1 de marzo y cuyo contenido se filtró este viernes a los medios más importantes del país.
El testimonio de Gomes se dio en el marco de la investigación que tramita en la Corte Suprema sobre la trama golpista que supuestamente buscó revertir la derrota electoral de Bolsonaro e impedir la investidura del actual mandatario, el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió el 1 de enero de 2023.
Ocho días después, miles de activistas del bolsonarismo asaltaron las sedes de los tres poderes del Estado en un intento de llevar a los militares a derrocar al Gobierno.
En el transcurso de las diligencias, las autoridades detectaron “la existencia de indicios de inserción de datos falsos sobre la vacuna contra la covid-19″ en relación al entonces presidente brasileño, que gobernó entre 2019 y 2022.
En los registros oficiales llegó a constar que Bolsonaro, quien siempre desdeñó el impacto de la covid y sembró dudas sobre la eficacia de las vacunas, recibió dos dosis en un ambulatorio, pero no hay pruebas de que estuvo allí en los días señalados.
Esos registros fueron eliminados después bajo la alegación de que se trataba de un “error”. Lo mismo ocurrió, en fechas diferentes con la hija del ex mandatario Laura, de 13 años.
Se subieron sus datos de vacunación presuntamente falsos y luego se borraron, en tesis, “para eliminar los rastros” de posibles “conductas criminales”, según la Policía.
La investigación apunta que el ex mandatario, tenía “conocimiento pleno” de la “inserción fraudulenta de los datos de vacunación”, permaneciendo “inerte” ante tal delito.