América Latina, una región atrapada entre la diplomacia taiwanesa y las inversiones chinas
Leland Lazarus, académico de la Florida International University (FIU), conversó con DEF sobre la competencia entre China y Taiwán en nuestro continente y sus consecuencias
En esos encuentros, pudo palpar in situ el clima que se vive tras las elecciones presidenciales del pasado 13 de enero, que dieron la victoria al candidato del oficialismo, el actual vicepresidente Lai Ching-te, quien asumirá el poder el próximo 20 de mayo. Estos comicios han permitido al Partido Progresista Democrático (PPD), de posiciones proindependentistas, conseguir un tercer mandato presidencial consecutivo por primera vez desde la democratización de la isla en los años 90.
Organizada por la Florida International University (FIU), el próximo 9 y 10 de mayo se realizará en Miami la Conferencia de Seguridad Hemisférica (HSC 2024). Los vínculos entre Taiwán, China y los países del continente americano tendrán un espacio privilegiado en ese importante foro, en el que participarán funcionarios y expertos de EE. UU. y distintos países de la región.
Taiwán vs. China: el fin de la “diplomacia del dólar”
Para entender la relevancia de América Latina y el Caribe para Taiwán, cabe señalar que siete de los doce aliados diplomáticos de Taiwán en el mundo están en nuestra región: Belice, Guatemala, Haití, Paraguay, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas. En los últimos años, sin embargo, la ofensiva de la República Popular China consiguió “arrebatarle” a Taipéi seis antiguos socios, que han cambiado su política exterior para alinearse con Pekín: Costa Rica (en 2007), Panamá (en 2017), República Dominicana (en 2018), El Salvador (en 2018), Nicaragua (en 2021) y Honduras (en 2023).
“Durante muchos años, China y Taiwán estuvieron compitiendo en la denominada ‘diplomacia del dólar’, y los taiwaneses ya no quieren jugar ese juego”, señaló Leland Lazarus. Lo dijo públicamente la actual mandataria de la isla, Tsai Ing-wen, hace poco más de un año, cuando Honduras se convirtió en el último país latinoamericano en romper sus lazos con Taiwán para arrojarse a los brazos de la República Popular de China.
-¿Por qué América Latina sigue siendo tan importante para Taiwán?
-Diplomáticamente, esta región es sumamente importante para Taiwán. En mi viaje, tuve la oportunidad de reunirme con las autoridades del Departamento de Relaciones Latinoamericanas, dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores. Me dieron detalles de todos los programas e iniciativas que tiene Taiwán no solo en esos siete países (que mantienen relaciones diplomáticas con la isla), sino a escala regional.
Están enfocados en entrenamiento médico, infraestructuras y programas de apoyo a las mujeres y a las personas con discapacidades, entre otros. Un ejemplo de ello fue la construcción del Hospital Nacional de Chimaltenango (Guatemala), con el apoyo de la Overseas Investment and Development Corporation (OIDC) de Taiwán, durante la pandemia.
-Guatemala está hoy en el centro de todas las miradas, con la llegada al poder del presidente Bernardo Arévalo. ¿Cuál es la importancia de este país para Taiwán?
-Guatemala es la economía más grande, si consideramos los siete países de la región que mantienen su alianza diplomática con Taiwán. Entonces, para la República Popular China, lograr captar su reconocimiento diplomático y “robarle” otro país a Taiwán sería un éxito muy importante.
Hemos escuchado al actual presidente Bernardo Arévalo, cuando era candidato, decir que quería fortalecer los lazos económicos con la República Popular China y, a la vez, mantener las relaciones diplomáticas con Taiwán.
Muy pronto, se va a dar cuenta de que eso no será posible. Lo mismo había dicho Xiomara Castro, la actual presidenta de Honduras, durante su campaña. Me preocupa mucho que Guatemala sea el próximo país en romper sus vínculos diplomáticos con Taiwán.
América Latina y el liderazgo tecnológico de Taiwán
Una propuesta de Leland Lazarus es la participación de Taiwán en el futuro centro de excelencia digital que EE. UU. construirá en Costa Rica, en el marco de la Alianza para la Prosperidad Económica de las Américas lanzada en 2022.
“Taiwán sería el mejor socio para poner en marcha esta iniciativa que busca entrenar la fuerza laboral en 5G, inteligencia artificial y semiconductores, porque es líder global en cada una de estas tecnologías emergentes”, sostuvo.
-Si hablamos del nearshoring, la estrategia de EE. UU. de acortar distancias en cadenas de valor como la de los semiconductores, ¿qué lugar ocupa Taiwán?
-El nearshoring ya está en marcha. Por ejemplo, la Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) ha invertido en la construcción de una fábrica de semiconductores en Arizona. Un representante del Ministerio de Comercio de Taiwán, que conoce muy bien la economía de la región, me comentó que algunos productores de placas de circuito impreso (que conectan los componentes electrónicos) están construyendo fábricas en la frontera entre EE. UU. y México, justamente para aprovechar la cercanía del establecimiento de Arizona.
Sin embargo, desafortunadamente, no vamos a ver otras grandes inversiones del sector privado de Taiwán porque nuestra región está muy lejos de la isla, que cuenta con socios confiables en el sudeste asiático, como Vietnam, Indonesia o Malasia.
El costo laboral en estos países es menor que el de la mano de obra latinoamericana, y aún existen en nuestra región muchos obstáculos en materia de regulación de impuestos.
China, enfocada en infraestructuras y nuevas tecnologías
-¿Le preocupa el uso dual de las infraestructuras chinas en la región?
-China estableció como meta para el año 2049 dotarse de un “ejército global”. Una piedra angular para alcanzar esta meta es establecer diferentes puntos logísticos en todo el mundo.
Hoy están más enfocados en el Indo pacífico, pero a los expertos estadounidenses les preocupa que los chinos estén preparando el escenario para “militarizar” en el futuro las infraestructuras que están construyendo en la actualidad. Un ejemplo de ello son los puertos de aguas profundas, como el que está construyendo en Chancay (Perú), las terminales cercanas al canal de Panamá, o algunos puertos en el Caribe.
En otros lugares, como Guinea Ecuatorial o Emiratos Árabes Unidos, reportes de inteligencia nos indican que allí se construyeron instalaciones portuarias que podrían tener un propósito militar. En el caso argentino, la base espacial en Neuquén fue construida por una subsidiaria de la Fuerza de Apoyo Estratégico, vinculada al Ejército Popular de Liberación de China. Todo su equipamiento puede ser utilizado para propósitos científicos, pero también para rastrear satélites de los países adversarios o para guiar misiles.
-¿Por qué el Congreso de EE. UU. está avanzando en la prohibición de Tik Tok?
-Existe una gran preocupación en algunos congresistas porque la empresa matriz de Tik Tok –Byte Dance– podría ceder al gobierno chino información y datos personales de los usuarios estadounidenses y utilizarlos en el futuro para chantajear o para manipular su comportamiento.
Podría influenciar, por ejemplo, al pueblo estadounidense durante los procesos electorales. Ya vimos cómo, en el proceso de negociación de la ley en la Cámara de Representantes de EE. UU., TikTok lanzó una campaña de persuasión de los usuarios para presionar a los congresistas y evitar que cancelasen Tik Tok.
Taiwán, la “ambigüedad estratégica” de EE. UU. y las tensiones con la China de Xi Jinping
-¿Qué perspectivas se abren para los vínculos entre EE. UU. y Taiwán en vistas del proceso electoral estadounidense?
-Yo creo que la política hacia Taiwán no va a sufrir cambios. EE. UU. reconoce la existencia de una sola China y considera que Taiwán es parte de ella, pero, a la vez, entiende que el pueblo que vive en la isla tiene el derecho de escoger su propia forma de gobierno y no debería ser intimidado ni amenazado por la China continental.
Sin embargo, por el lado de Taiwán, el presidente electo, Lai Ching-te, dijo públicamente, en el pasado, que él estaba a favor de la independencia de la isla. El gobierno de Pekín no confía en sus palabras, aunque el propio Lai luego haya dicho que está de acuerdo en mantener el statu quo en las relaciones con China.
También dijo, en su momento, que le gustaría visitar la Casa Blanca, lo que sería claramente una violación de la “política de una sola China”. Otro factor es la unidad dentro de Taiwán. Si bien es una democracia madura, también sufre los problemas de cualquier democracia, como la polarización interna, y su sociedad está expuesta a las campañas de desinformación de la China continental.
-¿Cuáles son las posibles líneas de acción del gobierno de Xi Jinping, que insiste en el objetivo de reunificación de la isla con la China continental?
-Tenemos que estar muy atentos a lo que ocurre dentro de China, que está atravesando un momento pésimo en la economía. Existe una “burbuja” en el mercado de los bienes raíces; los gobiernos provinciales y municipales han acumulado una deuda enorme; el índice de desempleo juvenil supera el 20 %.
A su vez, también se profundizan las restricciones de distintos países al acceso a tecnología avanzada por parte de Pekín. Los expertos en EE. UU. dudan si Xi Jinping podría usar un ataque sobre Taiwán para desviar la atención de su pueblo sobre los problemas domésticos.