Amenaza de muerte a Di María: “Dile que a Rosario no vuelva más”

El argentino recibió una terrible advertencia escrita e incluso se escucharon cuatro disparos cerca de la residencia donde suele vivir en la ciudad portuaria a causa de una posible vuelta a Rosario Central.

Simón Escudero
As
Ángel Di María recibió una fuerte amenaza después de que un cartel de nylon negro fuese arrojado por un auto frente al country Funes Hills Miraflores, donde suele hospedarse el argentino junto a su familia cada vez que visita la ciudad de Rosario. El mensaje es contra una posible vuelta del Fideo a Rosario Central este próximo verano y que surje a raiz de sus declaraciones contra los actos violentos de narcotráfico en su ciudad.

Por lo general, los countries son zonas que cuentan con una alta seguridad y sin permiso no se puede acceder. La Policía de Santa Fe y la Justicia provincial investigan cómo pudieron entrar y arrojar el mensaje al padre de Di María con una clara amenaza a su hijo: “Dile a tu hijo Ángel que a Rosario no vuelva más porque si no le cagamos matando un familiar. Ni (Maximiliano) Pullaro te va a salvar. Nosotros no tiramos papelitos. Plomo y muertos tiramos”. Además, los encargados de seguridad comentaron que se escucharon cuatro disparos cuando el auto se alejó a gran velocidad.

El jugador del Benfica se encuentra en la gira de la Selección Argentina por Estados Unidos y todavía no ha comunicado nada sobre lo sucedido a las 2.30 de la madrugada de la noche del lunes al martes. Sin embargo, hace unos días habló sobre los actos vilentos de narcotráfico en Rosario. “Tengo a mis viejos y a mis hermanas ahí, lo que estuvo pasando me afecta, me choca un montón. Pero las ganas, las ilusiones y el deseo siempre están”, dijo a Espn.

Desde que Maximiliano Pullaro, gobernador de la Provincia de Santa Fe, iniciase una lucha contra el “narcoterrorismo” han aumentado las amenazas de muerte en Rosario. Incluso su familia ya no se encuentra en la ciudad debido a los asesinatos de los sicarios a varios trabajadores.

Los crímenes de Diego Celentano, Héctor Figueroa (taxistas), Marcos Daloia (conductor de autobus) y Bruno Bussanich (gasolinero) por los sicarios paralizaron a Rosario hace dos semanas. No hubo clases, ni tampoco servicio de transporte y taxis, y cerraron los Centros de Salud.

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