Reino Unido, preparado para disparar un misil nuclear desde un submarino Trident
Tras ocho años, el sumergible HMS Vanguard, de la flota británica, lanzará una ojiva a unos 90 kilómetros de la costa este de Florida con un alcance de 5.900 kilómetros.
La última vez que Reino Unido disparó un arma nuclear fue en el año 2016, concretamente un misil Trident II D5 que se desvió de su trayectoria durante la prueba. Ahora, el Gobierno británico tiene previsto el lanzamiento de una ojiva simulada de 60 toneladas a unos 90 kilómetros de la costa este de Florida. Según informa el periódico The Telegraph, este misil tiene un alcance de 5.900 kilómetros.
El lanzamiento se llevará a cabo desde el sumergible HMS Vanguard, uno de los cuatro submarinos nucleares del Reino Unido que vuelve a incorporarse a la flota después de una remodelación de 500 millones de euros que duró siete años. Ahora, el sumergible desplaza 16.000 toneladas de peso.
Sistema Trident
El programa nuclear Trident es un sistema operativo diseñado por Reino Unido que está formado por cuatro submarinos de clase Vanguard armados con al menos ocho misiles balísticos Trident II D5 cada uno. Tiene su sede en la costa este de Escocia, en Faslane, y es operado por la Marina Real Británica.
Según el Ministerio de Defensa británico, la función principal del sistema Trident es “disuadir las amenazas más extremas a nuestra seguridad nacional y forma de vida, lo que no se puede hacer por otros medios”.
Remodelación del HMS Vanguard
Tras el lanzamiento fallido en 2016, el Gobierno de Reino Unido se ha tomado el tiempo necesario para reacondicionar sus equipos nucleares antes de cualquier otra operación militar. De esta forma, el submarino HMS Vanguard, que ha costado más de 4.000 millones de euros, vuelve a incorporarse en la flota de disuasión nuclear británica después de años de remodelación.
Concretamente, el sumergible ha estado más de siete años en proceso de revisión y reforma en Plymouth, una ciudad del condado de Devon. La reparación de la nave ha costado más de 500 millones de euros, lo que ha generado cierta polémica motivada por un error “imperdonable” de un ingeniero que trabajaba en el caso y que volvió a pegar tornillos rotos del submarino. No obstante, ahora ya está totalmente preparado para la prueba del domingo.