PSG 1-RENNES 1 / El VAR salva al PSG… y Luis Enrique cambia a Mbappé

Un gol de Gonçalo Ramos en el minuto 93 de penaltI decretado por el arbitro tras consultarlo en el VAR salva punto contra el Rennes.

Andrés Onrubia

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Un gol de penalti de Gonçalo Ramos, de un dudoso penalti, porque el árbitro no lo decretó en primera instancia, pero después rectificó su decisión después de consultarlo con el VAR, evitó la derrota del Paris Saint Germain contra el Rennes, 1-1, que aguantó durante prácticamente todo el encuentro con resultado a favor, pero no pudo amarrar el triunfo en el descuento. Luis Enrique cambió a Mbappé con resultado en contra y la jugada le salió de cara, porque fue el delantero portugués el que entró en su lugar y acabó rescatando un punto en el tramo final.

El partido no arrancó del todo bien para el PSG, que se estrelló contra un muro. El Rennes, con las ideas claras, replegó a través de un 4-4-2 que cerró de forma brillante los espacios a los de Luis Enrique, enquistados de cara a gol. A pesar de un tímido dominio inicial, el partido fue poco a poco igualándose.

El 4-4-2 del Rennes era una tela de araña para el PSG, que fue desquiciándose y no encontró la fórmula para generar oportunidades, salvo un disparo de Vitinha que escupió Mandanda con una parada extraordinaria. Cuando el joven Désiré Doué, de 18 años, y Gouiri, una de las mayores promesas del fútbol francés hace un lustro, comenzaron a entenderse, el Rennes se acercó al gol. Y lo encontró.

Gouiri es un delantero que atesora un talento especial, un futbolista que llegó a ser comparado por Benzema en las inferiores del Lyon, pero al que su irregularidad le ha pesado durante muchos años. En una jugada sin aparente peligro, el delantero cogió el balón en la frontal, sentó a Danilo con un regate majestuoso y batió a Donnarumma con un remate con el exterior imparable. 0-1. Dos minutos después, el franco-argelino, disfrazado de Ronaldo, volvió a sentar al portugués y estuvo a punto de rubricar otra obra de arte, pero su disparo, esta vez, con la izquierda, se marchó desviado.

Luis Enrique agitó el árbol, obligado por las circunstancias. Entró Marco Asensio, que se ubicó de interior, una posición en la que todavía debe asimilar conceptos. La noticia llegó en el minuto 65, cuando el técnico asturiano, de forma sorprendente, sustituyó a Kylian Mbappé, aparentemente en plenas condiciones y sin ningún tipo de molestia. Se escucharon, ligeramente, silbidos, denotando que el Parque de los Príncipes no estaba del todo satisfecho con el partido de su mejor jugador.

La osadía de Luis Enrique para quitar a su mejor jugador pudo tener sus frutos inmediatamente, ya que Gonçalo Ramos, que sería protagonista en el tramo final, estuvo a un palmo de marcar nada más entrar por Mbappé. El PSG enjauló al Rennes, aunque los bretones pudieron sentenciar por medio de Bourigeaud, el cual erró una oportunidad manifiesta de gol en un remate tras un pase de la muerte que lamió el poste.

El partido pudo cambiar (y cambiaría) en el tramo final después de un penalti inocente de Guela Doué, que se llevó por delante a Gonçalo Ramos y el árbitro ni titubeó para decretar acción punible en el área. El VAR, no obstante, avisó al colegiado de que fuera a revisarlo por piscinazo del exjugador del Benfica, rectificando su decisión y anulando el penalti.

En el minuto 95, el VAR, esta vez sí, favoreció al PSG. Gonçalo Ramos se disponía a chutar ante Mandanda y el delantero portugués buscó el contacto con el guardameta francés. El árbitro pitó córner, pero finalmente, tras ser avisado por el VAR, rectificó su decisión en primera instancia. Ramos no perdonó y rescató un punto agridulce para los parisinos.