Homenaje del Madrid a Ramos
El camero volverá a casa, a su Santiago Bernabéu, y el Real Madrid le reconocerá su excelente trayectoria de blanco. Desde el club confirman que será antes del partido y nada rimbombante “por respeto al Sevilla”.
“El héroe de la Décima”, le describe el Madrid en su página oficial. “Uno de los jugadores más grandes de nuestra historia”. Otras tres Champions (2016, 2017 y 2018) acompañan en su vitrina personal a la de Lisboa (2014). Y cuatro Mundiales de Clubes (2014, 2016, 2017 y 2018), tres Supercopas de Europa (2014, 2016 y 2017), cinco Ligas (2007, 2008, 2012, 2017 y 2020), dos Copas del Rey (2011 y 2014) y cuatro Supercopas de España (2008, 2012, 2017 y 2020). 22 títulos en total durante los citados 671 encuentros oficiales luciendo la elástica madridista, cuarto históricamente, sólo por detrás de Raúl (741), Casillas (725) y Sanchís (710). Amén de las dos Eurocopas (2008 y 2012) y el Mundial (2010) conquistados con La Roja mientras era santo y seña del Real Madrid.
Ya disputó la ida en el Pizjuán. Un empate (1-1) que también recordó en su conversación con LaLiga: “Les jugamos de tú a tú. Tuvimos ocasiones para ganar. Kepa me sacó una muy buena de cabeza que nos hubiera dado la victoria”. No obstante, no será tan especial para Sergio como el duelo del domingo. Nunca tendrá el corazón tan partío, que diría su buen amigo Alejandro Sanz. Será un reencuentro con el que fue su hogar cuatro años después. El 1 de marzo de 2020, Vinicius y Mariano ejercían de héroes en el triufo blanco (2-0) ante el Barça. Un Clásico que fue el último encuentro de Ramos en el Bernabéu. La pandemia le hizo despejar sus balones finales como local en Valdebebas.
El camero regresa como líder de un Sevilla que toma aire desde que Quique se sentó en el banquillo. El abismo, a siete puntos, ya se devisa más lejos del borde. Un equipo hispalense mucho más robusto, con Ramos como mariscal y mandamás. En el campo y el vestuario. Como lo fue durante 16 años en las entrañas de Valdebebas y de un Bernabéu que pisará de nuevo. El homenaje, aunque breve, servirá para desempolvar el baúl de los recuerdos. El coliseo blanco rugirá en honor a su otrora capitán, aunque porte el brazalete contrario.