GIRONA 3 - RAYO VALLECANO 0 / Savinho es un trueno

Tsygankov hace el 1-0 y el brasileño, con un doblete, pone el lazo a un triunfo que devuelve al Girona al segundo puesto. Chavarría, expulsado tras ver dos amarillas en solo 53 segundos.

Marc Bernad Suelves
As
El Girona ha vuelto para poner la directa hacia la Champions. Tras tres jornadas sin ganar, el bloque rojiblanco se desquitó y superó al Rayo gracias al 1-0 de Tsygankov y al doblete de Savinho. Los locales, especialmente en la segunda mitad, fueron muy superiores. La tarjeta roja a Chavarría, en el 76′, evitó sufrimiento a los gerundenses y acabó con cualquier capacidad de reacción del Rayo. Gracias al triunfo, el Girona recupera la segunda posición y, lo más importante, deja al Athletic, quinto, a diez puntos de distancia. Una brecha que no es ni mucho definitiva, pero sí considerable.

Sobre el estadio de Montilivi cayó un chaparrón considerable durante todo el duelo y esto provocó que el juego se acelerase. El Girona salió a controlar la posesión, con Aleix García y Herrera (sin Iván Martín, que fue suplente) en la medular, y el Rayo se empeñó en lanzar balones a la espalda de Yan Couto para que Álvaro buscase inspiración. Lo cierto es que sobre el papel todo pintó muy bonito, pero la práctica fue distinta, con los sistemas defensivos (especialmente el del Rayo) afinados y más acertados que los ataques. Gazzaniga y Dimitrievski acabaron la primera mitad sin realizar ni una sola intervención importante. Hubo intentos, como un tiro de RDT desde el centro del campo en el minuto 10 y un disparo de Herrera, en el 38′, pero todo quedó en nada. La más clara pudo ser una de Dovbyk, aunque el delantero ucraniano no acabó de creerse un centro excelente de Miguel desde la banda derecha y la oportunidad se fue al limbo.

Gustaron mucho Crespo en el Rayo y Eric García por el Girona. El central rojiblanco no dudó en sumarse al ataque para intentar superar las líneas de presión del Rayo y lo logró en varias ocasiones. El estudio que hicieron Íñigo Pérez y su cuerpo técnico del juego gerundense fue excelente y no le importó situar a su defensa muy cerca del área y llegar a colocar hasta siete jugadores en la frontal para taponar las acometidas de los rojiblancos.

Pero este Girona, que atesora una multitud de registros, varió completamente el juego en la segunda mitad. Se constató que el bloque rojiblanco necesita tener a Míchel en el banquillo y no en la grada (como sucedió ante Madrid y Athletic por sanción) y al descanso se vio al técnico más intervencionista. Aceleró el juego gracias a situar a Miguel por dentro y a buscar más la verticalidad de Yan Couto y no tardó en surtir efecto. El Rayo no supo cómo achicar agua y, en el 47′, no llegó el 1-0 porque Dovbyk desperdició una gran asistencia de Portu. Se le fue el control cuando lo fácil habría sido tirar de primeras y la zaga rayista reaccionó a tiempo. Aunque el campo ya parecía estar cuesta abajo para el Girona y Tsygankov primero avisó y después, por fin, mató. David López puso en vuelo, con un pase excelente, a Miguel y el lateral izquierdo asistió a un Tsygankov que superó, con un toque perfecto, a Dimitrievski.

El rodillo del Girona no se detuvo y los rayistas siguieron en la lona. Eso sí, estos últimos encontraron un aliado inesperado porque Dovbyk, que no tuvo su día, les dejó con vida al fallar, en el 57′, otra clara ocasión. Pero lo que alguien te da, después otro te lo puede quitar y ese fue Chavarría. Apareció sobre el terreno de juego en el 64′ y en el 76′ se fue expulsado. Cometió dos faltas, de amarilla, en solo 53 segundos y aniquiló cualquier opción del Rayo de puntuar. Íñigo, con sus cambios lo intentó, pero fue imposible y es que, al final, Savinho emergió para lucirse y acabar de poner el lazo al duelo con un doblete que hizo justicia. Qué bueno es el brasileño.


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