¿Este River está para cosas grandes?
Ante Boca, el conjunto de Demichelis fue más un equipo de jugadas que de juego. Aunque invicto y puntero de la Copa de la Liga, no termina de ofrecer garantías para la Libertadores.
Andrés Burgo, TyCUn empate contra el subcampeón de América no suena a mal resultado pero, si se trata de objetivos grandes para 2024, la actuación de River en el superclásico no parece dejar garantías para los próximos objetivos, entre ellos la Copa Libertadores.
Aunque invicto y primero en el grupo A de la Copa de la Liga al menos hasta esta noche, River no termina de arrancar en el año, casi como una continuidad de un enero mal diseñado y con peor fortuna: parte de la pretemporada en temperaturas bajo cero, partidos en canchas de césped sintético, inoportuna convocatoria de la Sub 23 a Claudio Echeverri, cataratas de lesiones y un mercado de pases que fracasó en la búsqueda del 9, tardó muchísimo en conseguir al 5 (y así pagó a Rodrigo Villagra) e incorporó a un lateral derecho (Agustín Sant'Anna) que durante un tiempo tendrá que pagar el precio de haber sido responsable directo en el gol de Boca.
Martín Demichelis, invicto en tres partidos en el superclásico -y eso no es poco, para nada-, no termina de darle un estilo reconocido al equipo. Técnico de la casa y a la vez en formación, contra Boca apostó por un equipo muy ofensivo (tal vez demasiado) que respetó el ADN del club pero que por momentos perdió la mitad de la cancha. Es cierto que Franco Armani no atajó ninguna difícil y hasta es posible que River haya ganado el ping-pong de llegadas pero la grandeza también pasa por no mentirse: River fue más un equipo de jugadas que de juego y a veces corrió la pelota desde atrás.
En un año con dos finales contra buenos equipos (una cercana, ante Estudiantes, y otra a mediano plazo, contra Talleres), y con la Copa Libertadores por delante, un partido contra Boca por la séptima fecha de la Copa de la Liga era importante pero no figuraba entre los cinco más decisivos del año. Por lo pronto, marzo será una medida más certera: comenzará con dos partidos de visitantes difíciles, Talleres e Independiente (y con Independiente Rivadavia en el medio de local), seguirá con la final de la Supercopa Argentina ante Estudiantes y tendrá, de yapa, el sorteo de Copa Libertadores: rivales y geografías a visitar en la primera ronda serán dos aspectos clave.
Todavía es muy temprano para responder a la pregunta del título de la columna, sobre si este River está para grandes cosas en 2024, pero actuaciones como las del superclásico –y los tres empates consecutivos- parecen dejar la balanza más cerca del "no" que del "sí", al menos a esta altura del año. No está mal un empate contra Boca si se suman los últimos dos triunfos de 2023, pero un rival internacional con mayor jerarquía y ambición podría haber ganado en el Monumental.