El ex embajador estadounidense Manuel Rocha admitió haber espiado para Cuba durante décadas
El diplomático fue descubierto en una operación encubierta del FBI en la que describió a Fidel Castro como un “comandante” y demostró su afinidad con el régimen de La Habana
Rocha, de 73, está señalado de actuar como agente de un gobierno extranjero y, así, participar en “actividades clandestinas” en nombre de Cuba desde -por lo menos- 1981, su primer año en el cargo. Durante estos más de 40 años, mantuvo encuentros con agentes de Inteligencia de La Habana y proporcionó información falsa a funcionarios de Washington, entre otras cuestiones.
El diplomático, con una carrera de décadas que incluyó altos cargos en Bolivia, Argentina, la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana y hasta la asesoría especial del comandante del Mando Sur, fue detenido el pasado diciembre en su domicilio en Miami luego de una operación secreta del FBI.
“Lo que hemos hecho... es enorme... más que un Grand Slam”, reconoció en varias de las conversaciones que fueron grabadas en secreto.
Payá falleció en 2012, luego de que su automóvil chocara contra un árbol en el este de la isla. Las autoridades aseguraron que se trató de un incidente provocado por un error del conductor pero un sobreviviente aseguró que el vehículo había sido embestido por detrás por un Lada rojo con placas gubernamentales. Esta versión fue respaldada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que concluyó que agentes de seguridad del Estado habían, probablemente, participado en la muerte del activista.
Rocha “ayudó directamente a funcionarios cubanos, proporcionándoles información crítica que obtuvo a través de su autorización de seguridad ultrasecreta y sus roles influyentes. Cuba no habría podido ejecutar a Payá con impunidad sin que el acusado conspirara y le proporcionara inteligencia y ayuda a la dictadura de Cuba”, indica la demanda que lo señala como “cómplice del asesinato”.
“Debajo de este barniz de lealtad y servicio a los Estados Unidos, el acusado mantuvo una lealtad clandestina al régimen cubano”, concluye el escrito.