Ecuador: las cárceles seguirán bajo el control de las Fuerzas Armadas
Los militares se encargarán también de supervisar al servicio de prisiones
Durante la sesión privada, las autoridades del Estado realizaron la evaluación de estrategias, resultados, medidas de implementación, entre otros temas de seguridad.
Noboa, en una entrevista con RTS, indicó que “una vez que se entregue la administración (de las prisiones) a esta institución (el Servicio de Cárceles), será con cierta supervisión, desde lejos, del Ejército”. En ese sentido, Vela ha reiterado el compromiso de las fuerzas militares por recuperar la paz en el país mediante la ejecución de operaciones, bajo el derecho internacional humanitario, según informó la Presidencia en un comunicado oficial.
Mario Pazmiño -coronel en servicio pasivo de las Fuerzas Armadas de Ecuador, ex director de Inteligencia del Ejército ecuatoriano y consultor en temas de seguridad, inteligencia y estrategia- en entrevista con Infobae, el pasado 4 de febrero, explicó que: “Existe una penetración permanente y un control de administración ni del SNAI (servicio de cárceles), que es el organismo que se encarga de cuidar y controlar los centros carcelarios ni de los guías penitenciarios. Ellos son colaboradores directos del crimen organizado por lo tanto quiénes controlan y dirigen al interior de los centros carcelarios son las bandas delictivas. Recién el Estado está tomando el control”.
Para el experto, las acciones tomadas por Noboa han servido para instalar nuevamente la autoridad del Estado en las prisiones: “Las Fuerzas Armadas nos han demostrado que sí se puede tomar el control de las cárceles y sí hay como imponer disciplina al interior de los centros carcelarios. Una cosa que no hizo ni la policía, ni hizo los guías penitenciarios ni los anteriores gobiernos”.
El presidente, que está cerca de cumplir sus primeros tres meses en el cargo, aseguró que Ecuador “estuvo cerca de convertirse en narcoestado, pero eso, es pasado”. De acuerdo con el mandatario, el Plan Fénix, que incluyó la militarización de centros penitenciarios y el trabajo articulado de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) y Policía Nacional ha permitido: “Sostener la calma en la ciudadanía y ofrecer reactivación económica”.
Ecuador es el décimo país del mundo que más ha sido afectado por el crimen organizado, según el más reciente Índice Global del Crimen Organizado. Además, el país cerró el 2023 con 7.200 muertes violentas, convirtiéndose en el país más violento de América Latina con una tasa de 45 homicidios por cada 100.000, según datos del Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado. Las cifras de violencia son alarmantes. En 2023, al menos dos niños fueron asesinados por día.
El 9 de enero de 2024, Daniel Noboa declaró el estado de excepción por conflicto armado interno y ordenó la ejecución de acciones militares para neutralizar a más de 20 grupos narcodelictivos declarados como terroristas. Para el 22 de enero, las autoridades indicaron que en menos de dos semanas, las muertes violentas bajaron de 28 a 6 por día.
En 45 días, desde la declaratoria del Ejecutivo, as autoridades informaron de la captura de más de 9.000 sospechosos. Bajo las órdenes del presidente Daniel Noboa, las fuerzas de seguridad han estado trabajando desde entonces para restablecer el orden y la paz en el país, en los que ya suman 112.418 operativos.
Durante estas maniobras -un promedio de 2.600 por día y 157 de ellas dirigidas específicamente contra los grupos terroristas- se consiguió el arresto de 9.040 personas, según el último balance del Gobierno. De ellas, 241 ya fueron acusadas formalmente de “terrorismo”.