Courtois, la gran sorpresa de un entrenamiento sin Joselu ni Rüdiger

El portero se unió durante unos minutos al grupo, pero no se le espera antes de abril. El delantero, con molestias de tobillo, no peligra para el Sevilla, partido al que el alemán intentará llegar.

Manu de Juan
As
El entrenamiento del Real Madrid de este miércoles contó con una sorpresa inesperada: Joselu no se ejercitó junto al resto de sus compañeros en el retorno al trabajo del equipo blanco después de que Ancelotti concediese dos días libres a la plantilla tras el empate en casa del Rayo Vallecano. El delantero se quedó en el gimnasio por unas molestias en el tobillo derecho, pero fue ante todo un acto de precaución. La idea es que regrese al trabajo con el equipo el jueves mismo y debería poder entrar en la convocatoria ante el Sevilla el domingo sin problema.

Tampoco estuvieron Bellingham ni Rüdiger, ambos trabajando con los recuperadores para dejar atrás sus problemas. El inglés sigue ejercitándose con el plan previsto, que no es otro que estar disponible para la vuelta de octavos de Champions ante el Leipzig en el Bernabéu, después de sufrir un esguince de tobillo en el duelo ante el Girona de hace un par de jornadas. Sin embargo, va a buen ritmo y no se descarta que pueda entrar en la convocatoria frente al Valencia en Mestalla del sábado 2 de marzo.

Rüdiger, por su parte, está ultimando su recuperación y las previsiones con él son muy positivas: la idea es que pueda trabajar con el grupo desde este mismo jueves o desde el viernes, con la idea de poder entrar en la convocatoria ante el Sevilla del domingo. No en vano, es un partido en el que el Madrid cuenta con varias bajas: no estarán ni Carvajal ni Camavinga, ambos sancionados, por lo que si Rüdiger no está Ancelotti deberá decidir si tira de Tchouameni como central o si le devuelve al centro del campo. La presencia del alemán condicionará mucho el once que presente Carletto.

Además, Courtois se integró durante unos minutos en un ejercicio de posesiones, sin implicaciones específicas de portero. Es decir, sin necesidad de tirarse ni hacer paradas, sólo de tocar balón con el pie, tras lo cual siguió con su tratamiento específico. Sigue avanzando con buen paso tras romperse el cruzado en agosto, pero no se prevé en ningún caso que vuelva a trabajar con el grupo antes de abril.


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