Copa de la Liga: a Racing se le apagó la chispa ofensiva y Godoy Cruz dio el golpe en Avellaneda

La Academia, que venía marcar ocho goles en los dos partidos anteriores, sufrió la segunda derrota como local; el Tomba se afianza en la punta de la zona B; Tomás Badaloni fue la figura

Para la Academia es una caída que duele por lo que viene en lo inmediato, Independiente, y también por tratarse de un torneo corto, que da poco lugar para la recuperación. Pero sobre todo lastima por las formas: hasta el primer tanto, cuando habían transcurrido 15 minutos del segundo tiempo, el local había sido claro dominador del juego y parecía que su ventaja en el marcador estaba al caer. Pero sufrió una máxima del fútbol que es tan vieja como la pelota: lo que no embocó en el arco ajeno, Racing sufrió en el propio.

Del equipo que se paseó por Rosario el lunes pasado ante Newell’s, Gustavo Costas decidió tocar una sola pieza: le hizo lugar a Juan Fernando Quintero, el distinto del equipo. Para que ingresara el zurdo salió el lateral Facundo Mura. Un cambio ofensivo para un cuadro que venía de marcar ocho goles con tres días de diferencia. Racing salió con un póquer de ataque a enfrentarse con un adversario, Godoy Cruz, que guardó algunos nombres porque este jueves debe jugar contra Colo Colo por la Copa Libertadores: Pablo Solari por la derecha, Maximiliano Salas por la izquierda, Quintero con libertad para moverse y Adrián “Maravilla” Martínez como referencia en ataque. Se sabe: acumular delanteros no implica cosechar goles. Y la Academia lo comprobó una vez más.

Si bien impuso el ritmo desde el inicio, le costó generar peligro cerca del arco del conjunto cuyano. La ocasión más clara fue un disparo de media distancia de Bruno Zuculini, como en el último partido, pero esta vez la pelota rebotó en el travesaño. También tuvo una Quintero, a la salida de una jugada preparada, pero el arquero Franco Petroli le ganó la pulseada.

Compacto de Racing 0 vs. Godoy Cruz 2

En un Cilindro lleno por la ilusión que despertaron las goleadas seguidas a San Lorenzo y Newell’s, Racing por momentos contagió a sus hinchas. El lema del equipo de Costas parece ser que todos corren por Quintero y el colombiano juega por los demás. Con esa receta fue empujando al cuadro mendocino contra su arco, pero el 0 a 0 no se movía.

Para la segunda mitad, la Academia salió con otra determinación, más directa. Antes de cumplirse cinco minutos generó tres situaciones claras de gol. Pero chocó con un actor inesperado: Petroli. Primeramente, el arquero le ganó un mano a mano a Solari. Luego se estiró para tapar un zurdazo de Quintero, que otra vez quedó solo a la salida de un tiro de esquina. Y la tercera fue un muy buen centro de Gabriel Rojas que Martínez no llegó a conectar.

Leonel Miranda evidencia el disgusto en un final lleno de gestos de desazón en Racing; la Academia debe recuperarse para el clásico contra Independiente.
Leonel Miranda evidencia el disgusto en un final lleno de gestos de desazón en Racing; la Academia debe recuperarse para el clásico contra Independiente.Fotobaires

Un par de minutos después de aquella acción, Maravilla armó revuelo en el área. Su reacción fue la muestra de impotencia de un equipo que sentía que hacía el gasto pero no lograba ponerse en ventaja. Y ese tumulto, sumado a los cambios que dispuso Daniel Oldrá, despertó al visitante. Tomás Badaloni, con dos apariciones que dan muestra de lo buen centro-delantero que es, puso a Godoy Cruz en ventaja. El tanto del 1 a 0 fue un cabezazo tan cruzado como inatajable. El que liquidó el partido fue un zurdazo oportunista. En pocos minutos, la Academia pasó de tener esa sensación de superioridad a estar dos goles abajo. Demasiado lejos.

Y ésa es una materia que aún debe preparar este equipo. Así como en tres días logró llevarse por delante a puro vértigo a San Lorenzo y a Newell’s, es aún demasiado anímico: se envalentona cuando hay viento en favor y ve fantasmas cuando el desarrollo se pinta de negro, como ocurrió este sábado. Si Costas procura impregnar su fanatismo por Racing en sus dirigidos, deberá revisar qué ocurre cuando el conjunto está en desventaja. Ante el Tomba, por momentos el equipo se desesperó.

Adrián Martínez, que venía de anotar frente a San Lorenzo y Newell's, forcejea con Martín Luciano.
Adrián Martínez, que venía de anotar frente a San Lorenzo y Newell's, forcejea con Martín Luciano.Fotobaires

Más allá de la dura caída por el contexto, se llevó una buena noticia el local. A diferencia de lo que ocurría en los últimos tiempos de Fernando Gago, cuando una derrota era acompañada por una cortina de silbidos, los hinchas aplaudieron y alentaron más allá del 0-2. Como si todavía tuvieran lugar para la ilusión. Eso sí: la despedida incluyó un pedido: “El domingo, cueste lo que cueste, tenemos que ganar”. En realidad, el clásico de Avellaneda tendrá lugar el sábado, abriendo la séptima fecha. La Academia visitará a Independiente en el Libertadores de América. Para un equipo en formación parece ser una oportunidad ideal de terminar de encontrar su identidad.


Entradas populares