Ancelotti busca sitio a Mbappé
La llegada del astro de Bondy, “al 100%” según Al Khelaïfi, obligará a Ancelotti a tomar decisiones. Hay tres sistemas donde deberá encajar las piezas.
El primero es puro rock and roll. Vértigo, músculo y olfato. El esquema prototipo hasta que aterrizó Jude Bellingham. El 4-3-3 de la BBC. También el de la 14 con Valverde de falso extremo. Las siglas no encajan con la misma sencillez que Benzema, Bale y Cristiano, pero Rodrygo, Mbappé y Vinicius no necesitan trabalenguas. Tres atacantes con colmillo, desborde y una capacidad para permutar posiciones indudable. Luis Enrique le ha echado un capote a Ancelotti y ha potenciado el rol del bondynois como delantero centro. El resultado grita gol. De los 32 tantos y siete asistencias de Kylian, 20 y seis han llegado en los 18 encuentros donde ha sido el nueve parisino. Los hechos entierran cualquier debate. Eso sí, es un dibujo que aleja a Bellingham, a priori, del área y deja a Camavinga o a Tchouameni como damnificado. Porque Valverde, su llegada y sus pulmones son innegociables para Ancelotti. También es la opción más atrevida, aunque el de Stourbridge eclosionó como interior, así se granjeó su fichaje por el Madrid, y su esfuerzo defensivo es indiscutible.
Las dos siguientes alternativas son esquemas que penalizarían, sobre el papel, a Rodrygo. Los nombres no varían. Valverde, Tchouameni, Camavinga, Bellingham, Mbappé y Vinicius. Sí su colocación sobre el verde. Ancelotti, al detectar su potencial ofensivo, diseñó un rombo con un clarísimo protagonista: Bellingham. Como mediapunta, el inglés Cristianizó su arranque de temporada, coqueteando con el gol por partido. Jude como canalizador de todo, escoltado por Valverde y Camavinga como interiores y Tchouameni de ancla. Un sostén sólido, con Vinicius y Mbappé como aniquiladores arriba. ¿El problema? El sobreesfuerzo defensivo al que la dupla francobrasileña debería someterse...
Y ahí es donde aparece el plan C. El esquema con mayor blindaje por la colocación de las piezas. Un 4-4-2 que ha ido ganando peso a medida que avanzaba la temporada blanca. Aunque, eso sí, ha sido con Kroos y Valverde en el doble pivote donde mayores réditos le ha dado a Ancelotti. La dupla Camavinga-Tchouameni en paralelo aún debe demostrar su solvencia, pero en el club no se duda que son el músculo de la sala de máquinas durante muchos años. De inicio, serían los elegidos por el técnico italiano y ello llevaría al Halcón a la banda derecha y a Jude a la izquierda. Una liberación para Vinicius y Mbappé, con menores deberes defensivos. Tampoco penaliza en demasía a un Bellingham que se acomoda perfectamente al costado para percutir hacia dentro, al tiempo que su físico imponente le permite cubrirle las espaldas a Vini.
Un banquillo de oro
Son tres alternativas supeditadas a la continuidad de leyendas como Kroos y Modric y que contarían con un fondo de armario estupendo. Brahim tiene cabida en todos los esquemas, ya sea como delantero, mediapunta o perfilado a cualquiera de las bandas. Rodrygo sería un titular indiscutible en pujanza constante por recuperar la posición de penalizarle el dibujo. Joselu mantendría el rol de ariete diferente y de perfil único en la plantilla. Ello añadiendo a un Endrick que aterrizará en julio con la mayoría de edad, la incógnita de Güler (la cesión es una opción) y Ceballos, a quien si los problemas físicos no le trastabillan el rodaje, tiene la confianza de Ancelotti. Una baraja con muchos titulares, pero sólo caben seis. Bendito problema para Carletto.