A Boca le alcanzó una ráfaga de cinco minutos para ganarle a Tigre y festejar en la Copa de la Liga
Con goles de Merentiel y Benedetto, firmó la primera victoria oficial en el ciclo de Diego Martínez
Sin triunfos y sin producciones que entusiasmen, desarrollar el plan de juego que idealiza el entrenador Diego Martínez es una búsqueda frenética en un torneo de calendario apretado. Los cuatro cambios que dispuso el director técnico para visitar a Tigre –club al que ascendió en 2021, al vencer a Barracas Central– fueron un llamado de atención para aquellos que no rinden ni muestran actitud y confianza para superar las adversidades, como ante Platense y Sarmiento.
No le tembló el pulso para quitar de la alineación a nombres de trayectoria como Cavani y Fabra, o sacar a apellidos de menos lustre como Campuzano o el juvenil Langoni. El debut de Lautaro Blanco y el estreno como titular de Mauricio Benítez –sin Cristian Medina y Equi Fernández, ambos con el Sub 23–, son dos acciones para ensayar con todos y elegir a los mejores intérpretes para delinear una formación base, consolidada. La aparición de Blondel en el lateral derecho movió al peruano Advíncula a la zona de volantes y en el ataque la reaparición desde el inicio de Benedetto.
Adueñarse de la pelota fue una decisión de Boca, pero también una invitación que propuso Tigre: el Matador se retrasó para incomodar la salida, cubrió espacios y para lastimar jugó al error, aunque sus propias falencias allanaron el rumbo a los xeneizes. Benedetto no estuvo fino tras un grosero error de la defensa, aunque resultó una advertencia. Sin la participación constante de Zenón como ante Sarmiento, Boca se enredaba en la toma de decisiones para atacar. Pero tiene un delantero enfocado, hambriento, dispuesto a sacrificarse por el conjunto… Merentiel guapeó dos veces desde la mitad de la cancha y llegó con la pelota dominada al área para definir cruzado ante la salida de Tagliamonte.
Como el jueves pasado en el Nuevo Gasómetro, donde Boca hizo de local ante los juninenses, el uruguayo era quien ofreció la cuota de gol para que el equipo no entrara en la desesperación. No esquiva a las diferentes partituras que imponen los entrenadores Merentiel, que acepta ser segunda punta, wing… aunque cuando merodea el área es implacable. Jugar para el compañero de ofensiva es otra virtud y lo demostró en el gol de Benedetto: pase filtrado de la Bestia y definición con clase del Pipa, que apenas elevó la pelota para volver a llenarse la boca de gol.
Bajó la intensidad con la ventaja Boca, dejó crecer al rival que entre el murmullo de su público y una campaña que no destaca apresuró las decisiones. Mucho esfuerzo, pero escaso ingenio y claridad para avanzar en el campo y fabricar grietas en una defensa que expuso algunas desatenciones. Tigre atropelló por el centro, con Alemán como eje, porque las veces que optó por las bandas no tuvo desequilibrio. Sin embargo, ‘Chiquito’ Romero recién tuvo jugadas de cierto riesgo en el segundo tiempo.
Con tres modificaciones –Maroni, Londoño y Esquivel–, Gorosito apuntó a un cambio de actitud y a recuperar la imagen. Pero Tigre mezcló una acción que entusiasmaba con dos errores no forzados que impedían crecer. Boca, agazapado, en cada avance provocaba zozobra, aunque no finalizaba las jugadas; en defensa, peligrosamente, empezó a mostrar inseguridades y desajustes, como si sintiera el cansancio. El desgaste de la seguidilla de partidos que impone la agenda de la Copa de la Liga le quitó frescura al juego y algunos forcejeos terminaron por achatar definitivamente el desarrollo. El triunfo era una necesidad para Boca y cumplió con el objetivo; la nueva meta será crecer como equipo para enseñar credenciales de candidato.