Xavi no será nunca un problema
El técnico sigue convencido que puede salvar la temporada, pero si al final no se gana nada, pondrá su cargo a manos del presidente, perdonando incluso la indemnización del año que le falta.
En cualquier caso, según ha podido saber AS, Xavi sigue convencido y con fuerzas suficientes para remontar la situación. Ni ha tirado la toalla ni está resignado, sino que ahora más que nunca va a poner todo su empeño para salir del pozo. “Estábamos más jodidos cuando llegué”, recuerda el técnico cuando le preguntan si es su peor momento desde que está en el Barcelona.
Lo cierto es que el crédito del técnico egarense empieza a tambalearse peligrosamente. La derrota en la final de la Supercopa ha dejado muy ‘tocado’ a su proyecto, más por la imagen que por la derrota en sí. No hay que olvidar que hace dos años también se cayó en la final contra el Real Madrid, pero con sensaciones bien diferentes: Laporta incluso bajó al vestuario para felicitar a sus pupilos.
En principio, la hoja del ruta del club se mantiene inalterable respecto al futuro de Xavi. “Las notas a final de temporada”, subrayan en el seno de la entidad. Sólo una debacle, como una eliminación prematura en la Copa y dos o tres malos resultados consecutivos en LaLiga podrían abrir definitivamente la caja de Pandora. Todos en el club están esperando la eliminación de Champions contra el Nápoles para acabar de afilar o no los cuchillos.
En cualquier caso, Xavi tiene muy claro que su futuro depende de los títulos. Si este junio se presenta con las manos vacías, su continuidad estaría en entredicho. Sería el momento de hablar con Joan Laporta y realizar una profunda reflexión sobre las necesidades y el futuro del club. Y aquí es donde Xavi sería generoso, consciente que el club está por encima de todos. El técnico renunciará al año que le queda de contrato si el presidente se lo exige. En ningún caso llevará al Barcelona a los tribunales ni será un problema.
Así es Xavi, con sus defectos y virtudes, pero nadie puede poner en duda su barcelonismo más recalcitrante: vino perdiendo dinero y se marchará, si llega el caso, renunciando a cobrar la indemnización que le corresponde.