Video: Hezbollah, historia de la organización y su rol clave como ejecutor político y militar de Irán en Medio Oriente
El grupo terrorista libanés es la cara visible de un esfuerzo sin escrúpulos para instalar a Teherán como figura central de la región
La representación de Alá en la Tierra
Transcurría el año 1982 en Medio Oriente, y, como en muchos períodos de la región, el territorio estaba inmiscuido en conflictos. Israel y Líbano se enfrentaban en los rezagos de la alta conflictividad de la década del setenta.
Ese año, se produjo una invasión israelí con el pretexto de proteger su territorio, se gestaron unas milicias que conformaron la resistencia libanesa, una generación marcada a fuego. Hezbollah, también conocido como el Partido de Dios, emergió como un grupo paramilitar más.
Desde sus comienzos, se concibió como una organización que encarnaba la resistencia de los musulmanes chiitas frente a la ocupación israelí, e Irán tuvo un rol fundamental: los miembros fundacionales fueron soldados entrenados por la Guardia Revolucionaría.
Hezbollah y otras milicias rechazaron la ocupación de Israel y rápidamente la conflictividad interna por el poder se transformó en una guerra civil que duró siete años. En 1989, se llegó a un tratado superador llamado Acuerdo de Taif, que imponía el desarme de las milicias y al sectarismo político libanés. Pero Hezbollah sobrevivió a la purga política y militar y se reconvirtió.
El Partido de Dios venció en el juego político y se consolidó como un actor preponderante. Sus más de 40 años de protagonismo y desarrollo lo posicionaron en el principal movimiento político-militar del Líbano, un Estado dentro de otro Estado.
Ejército y recursos para moldear Medio Oriente
Décadas de crecimiento y expansión llevaron a que Hezbollah se destacara en un entorno hostil para los buenos, pero también para los malos. Según su líder, el jeque Hassan Nasrallah, cuentan con hasta 100.000 combatientes, incluida la unidad de élite llamada Radwan, compuesta por 2500 activos.
El Instituto de Estudios de Seguridad Nacional sirve como una fuente de información externa que valida el tamaño de la composición del grupo paramilitar.
Además de un ejército portentoso, el grupo terrorista posee un arsenal de cohetes y misiles que rivaliza con el armamento de sus vecinos. Entre su arsenal, hay misiles tierra-mar de alta calidad fabricados en China y Rusia, misiles antitanques preparados para lanzar ataques marítimos y aéreos, y una flota de cientos de drones y vehículos no tripulados de fabricación propia que suele utilizar para atacar ubicaciones fronterizas de Israel.
La agenda Hezbollah-Irán
La guerra que tiene Israel en Franja de Gaza no es el único foco de conflicto de Medio Oriente. Hezbollah, en movimientos concertados con Irán, mantiene varios frentes abiertos en la región desde el Líbano y continúa apoyando a Hamás mientras que genera aliados con el régimen de Bashar Assad en Siria, los rebeldes chiitas de Irak en su cruzada contra el gobierno y los hutíes en Yemen, que se enfrentan a una coalición internacional liderada por Arabia Saudita.
Sin embargo, el enemigo más importante sigue siendo Israel. Desde su territorio, el grupo paramilitar libanés ataca constantemente las ubicaciones fronterizas del norte israelí por vía aérea, manteniendo la lejanía del conflicto principal que ocurre en Gaza, pero provocando una tensión y un efecto disuasorios.
El diario británico The Times advirtió en diciembre la posibilidad de una nueva incursión de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) en el Líbano, como ya ocurrió en 1982 y 2006. Hoy, la muerte de Saleh al-Arouri en Beirut, fundador del ala militar de Hamas y vicepresidente del buró político, parece generar las condiciones para que se produzca la temida escalada en Medio Oriente.