Un diario alemán reveló cómo fueron los últimos días de Beckenbauer: “Estaba postrado en una cama y apenas podía hablar”

La leyenda del fútbol internacional falleció a los 78 años a causa de una enfermedad. Los detalles

El Kaiser había tenido su última aparición pública el 6 de enero del año pasado. Junto con su esposa había organizado la tradicional cena de la carpa en Kitzbühel, un evento anual al que asistieron unos 100 invitados. Andi Brehme, campeón del mundo en 1990, su viejo amigo Hansi Hinterseer, el matrimonio Tönnies, Wolfgang Niersbach, su mánager Marcus Höfl y su esposa, Maria Höfl-Riesch, recordada medallista olímpica de Alemania, fueron algunos de los presentes. Y según explicó el propio medio local, “en un momento de la jornada se cantó el éxito de Beckenbauer (Gute Freunde kann niemand trennen) y Heidi saltó de su asiento para aplaudir y seguir el ritmo. De repente, todo el mundo estaba de pie, pero el Kaiser permaneció sentado”. Casi todos sus amigos lo vieron por última vez aquel día.

Su último año fue difícil: había superado dos operaciones de corazón, tras las cuales dejó definitivamente el alcohol, y también sufrió un infarto ocular. Para esas alturas ya no tenía ninguna posibilidad contra la enfermedad de Parkinson. En las últimas semanas, estaba postrado en cama y apenas podía hablar. Perdió mucho peso y permanecía al cuidado permanente de dos enfermeros. Fue cuando “perdió las ganas de vivir”. Y el domingo se durmió para siempre en su casa de Salzburgo, rodeado de su familia.

La portada del diario Bild
La portada del diario Bild

Heidi Beckenbauer le tomó la mano y se despidió con un profundo dolor. Ella fue su último amor. Con un apoyo incondicional, lo protegió durante la etapa más difícil, aunque eso la hiciera impopular entre algunos allegados. En 1982, el Kaiser creó la Fundación Franz Beckenbauer con la recaudación de su partido de despedida, que ascendió a un millón de marcos alemanes. Hasta la fecha, se han donado más de 30 millones de euros para ayudar a personas necesitadas. Su esposa dirige ahora la fundación por su cuenta.

Los restos de Beckenbauer serán sepultados en los próximos días en una ceremonia familiar e íntima. Allí estarán su esposa Heidi Beckenbauer, su hijo Joel y su hija Francesca. “Y cuando una vez le pregunté a Franz qué significa para él la felicidad, me contestó: ¡La familia! Apenas pude vivir la infancia de mis tres hijos mayores. Yo era futbolista profesional y estaba en constante movimiento. Ahora eso es diferente. He sido testigo consciente del desarrollo de Joel y Francesca. Eso es buena suerte”, recordó el diario europeo.

Franz y Heidi se casaron durante el verano del 2006, durante se disputaba el Mundial que también se organizó en su país. Fue el tercer matrimonio de Beckenbauer, ya que su primer amor fue Brigitte, con quien se casó en 1966 y tuvo a sus hijos Thomas , Michael y Stepahn. Luego, en 1990, formó familia con Sybille y finalmente murió cuando estaba unido a Heidi.


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