TENIS | OPEN DE AUSTRALIA / Zheng, segunda china que llega a la final de un Grand Slam

La tenista de 21 años y 15ª del mundo supera a Yastremska y se enfrentará el sábado a Sabalenka. Su entrenador, el español Pere Riba, llevó a Gauff al título del US Open 2023.

Nacho Albarrán
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Diez años después de que Li Na se proclamara campeona del Open de Australia, otra china, Qinwen Zheng disputará la final del torneo tras vencer en dos sets (doble 6-4 en 1h42) a Dayana Yastremska. Será la cuarta vez que una tenista del gigante asiático juegue el partido por el título de un Grand Slam. Las otras tres tuvieron como protagonista a Na, que también triunfó en Roland Garros 2011, cuatro meses más tarde de quedarse con la miel en los labios en Melbourne, cuando la belga Kim Clijsters le arrebató el trofeo de ganadora. El sábado (09:30, Eurosport), Zheng se enfrentará a Aryna Sabalenka.

Zheng es el máximo exponente del emergente tenis chino, que tiene siete representantes en el Top-100 de la WTA (todas ellas estaban en el cuadro femenino de Australia) y uno en el de la ATP, Zhizhen Zhang (54º), aunque están cerca Yibing Wu (119º), triunfador en Dallas 2023, y Juncheng Shang (140º), la perla de 18 que se enfrentó en tercera ronda a Carlos Alcaraz. La clave del éxito está en la colaboración con otros países y en la formación de entrenadores en colaboración con técnicos extranjeros. Aunque el denominador común es que los jugadores salgan del país, como contó hace unos días en AS Nahún García, exentrenador de Wu.

Un relación fructífera

“Me siento increíble, muy emocionada por una gran actuación que me permite llegar a la final, uno de mis sueños cuando era niña. Esto se consigue por pequeños detalles en el día a día. Hemos puesto mucho esfuerzo en la pista y fuera de ella. Muchas gracias a mi equipo”, dijo Qinwen, a quien entrena un español que se ha acostumbrado al éxito en los últimos meses, Pere Riba. El barcelonés de 35 años llevó a Coco Gauff al campeonato en el pasado US Open. Lo hizo en un afortunado paréntesis en su relación profesional con Zheng, a quien ya había preparado anteriormente, “desde que ella tenía 17 años”. “Le faltaban días para cumplir los 18. Al principio no tenía equipo, yo hacía también de preparador físico. Trabajábamos entre Barcelona y una academia de IMG en Florida (Estados Unidos). Lo dejamos en Roland Garros, el curso pasado”, recuerda Riba, que logró ayudó a su discípula a irrumpir en el Top-20. Cuando volvió con ella, después de dejar a Gauff a finales de 2023, se encontró “cosas cambiadas, algunas positivas, otras no tanto”. En el inicio de su colaboración, cuenta Riba que Zhang “tenía buenos tiros, pero le faltaba base”. “Entrenamos mucho con el método español”.

Al Open de Australia llegó Zheng después de una “muy buena pretemporada”, señala Pere. “Ha tenido una evolución muy rápida aquí, partido a partido, sin montarse películas, tranquila”. La suerte también le ha acompañado, porque las sorpresas en la parte alta del cuadro (Swiatek, Vondrousova, Rybakina, tres campeonas de majors, cayeron pronto eliminadas) han hecho que se enfrente solo a rivales de fuera del Top-50 (Krueger, Boulter, Wang, Dodin, Kalinskaya), todo lo contrario de su última oponente, Yastremska, también de ranking bajo (93ª), que jugó la previa y acusó la carga de nueve partidos (molestias abdominales). De cualquier manera, eso no resta mérito a la hazaña de Zheng para un país, China, poco acostumbrado a este tipo de gestas, que ahora tiene depositada en ella todas sus esperanzas y sueños de grandeza.


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