Sobrevivió a un brutal choque y con su hermano Emerson creó un equipo de Fórmula 1 que terminó en la quiebra: la historia de Wilson Fittipaldi
Es un exponente de la “Dinastía” brasileña, la única familia con tres generaciones en correr en la Máxima. Cómo sigue su estado de salud tras sufrir un infarto
Los hermanos Fittipaldi heredaron la pasión de su padre y cumplieron su sueño de ser corredores. Pero también aprendieron de Wilson Senior las herramientas para poder manejarse de forma independiente y ser emprendedores. Pronto supieron cómo ser buenos vendedores de su trabajo y se dieron maña para conseguir patrocinantes. A nivel internacional, hicieron sus primeras armas en las temporadas internacionales de Fórmula 3 que se corrieron en la Argentina a finales de los años sesenta. A partir de ese momento crearon un fuerte lazo con nuestro país.
Aunque Emerson fue la punta de lanza y se fue a vivir a Inglaterra y en 1969 fue el primero no europeo ni oceánico en ser campeón de la Fórmula 3 Británica, que supo ser una de las divisionales promocionales más fuertes. Al poco tiempo Emmo, como se lo conoce, debutó en la F1. Mientras que Wilson siguió su campaña a nivel local, con algunas presencias internacionales como en la Fórmula 2 Europea, donde nació su amistad con el Lole Reutemann. Ambos fueron compañeros en Brabham en 1972 cuando debutaron en la Máxima.
Opacado por la labor de Emerson, Wilson hizo su camino en la F1, donde no pasó de un quinto puesto como mejor resultado, en Alemania 1973. Pero entre viajes, comidas familiares y largas reuniones con patrocinantes, los hermanos Fittipaldi se plantearon ¿por qué no creamos nuestro propio equipo? El fin de ese proyecto fue ayudar a otros colegas de su país a poder correr en la Máxima.
En ese marco y con una formación comercial muy desarrollada, Wilson y su hermano lograron convencer a la cooperativa brasileña de azúcar y alcohol Copersucar, para que fuera su principal sponsor. Mientras Emerson ganó su segundo título en la F1, también se metió de lleno en el proyecto y llegó a dejar McLaren en 1976, cuando fue reemplazado por James Hunt, que ese año tuvo un duelo épico con Niki Lauda y ganó el título.
Pero un año antes nació la escudería Fittipaldi, también conocida hasta 1979 inclusive como Copersucar. Fue todo un desafío ya que montaron su base en San Pablo, a 10 mil kilómetros de Europa y de Inglaterra en especial, donde se ubica la mayoría de los equipos. El primer coche, el FD01, fue diseñado por el brasileño Richard Divila, que había trabajado para Fittipaldi armando autos de Fórmula Vee en los Estados Unidos y en la Fórmula 2 Europea. La compañía aeroespacial nacional Embraer también se involucró, proporcionando materiales para el nuevo equipo y tiempo en el túnel de viento. Y el mexicano Jo Ramírez fue contratado como jefe del equipo (luego trabajó en McLaren en la época de Ayrton Senna).
El estreno fue para el olvido, ya que Wilson tuvo un fuerte accidente en la Argentina, luego de chocarse en la zona de los mixtos en el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez. Su auto se prendió fuego y el brasileño pudo escarparse sin sufrir consecuencias. La carrera la ganó su hermano y Reutemann, quien lideró en el inicio, terminó tercero con el Brabham BT 44B.
Luego Wilson siguió como corredor titular de su escudería junto al italiano Arturo Merzario, quien contribuyó con sus propios sponsors y pagó su butaca. En 1976, para potenciar al equipo y promover la llegada de más patrocinantes, Emerson pasó a ser titular y Wilson acompañó desde la conducción de la escuadra. En 1976 y 1977, Emmo fue acompañado por su compatriota Ingo Hoffmann, ya con la base del team mudado a Reading, Berkshire, en Inglaterra.
Entre 1977 y 1978, los cuartos puestos de Emerson en la Argentina, Brasil, Países Bajos, Alemania y Austria, fueron hasta ese momento los mejores resultados del equipo. Para 1979 estrenaron un revolucionario F5A modificado de la temporada anterior con pontones más chicos, pero no pasó del sexto puesto en la Argentina.
En 1980 perdieron el apoyo de Copersucar, pero consiguieron el patrocinio de la cerveza Skol. Wilson vio potencial en un joven llamado en Keke Roberg (padre de Nico) y en su debut con el equipo logró su primer podio, en la Argentina 1980. Ese año Emerson repitió ese resultado en Long Beach, en el GP de la Costa Oeste de los Estados Unidos.
Al año siguiente Emerson se bajó para darle la posibilidad a otro compatriota, Chico Serra, quien fue compañero de Rosberg. Con menos ingreso de dinero ante la pérdida de un sponsor principal, el equipo entró en crisis y quebró a finales de 1982. Los hermanos Fittipaldi debieron reinventarse y recuperarse en lo económico luego de haberlo perdido todo. Emmo se fue a correr a la IndyCar, donde ganó las 500 Millas de Indianápolis, y en lugar de tomar el clásico trago de leche, bebió jugo de naranja porque en Brasil era dueño de una plantación de esa fruta y quiso promover su bebida. Fue otro guiño comercial en una época en la que logró otra vez posicionarse en lo económico. Esa temporada también fue campeón en esa categoría.
Mientras que Wilson hizo lo suyo y volvió a las pistas. Corrió en el Stock Car, la divisional más fuerte de su país y también compitió en carreras de larga duración. Además, acompañó a su hijo, Christian, quien quiso seguir sus pasos y luego de ser campeón de la Fórmula 3 Sudamericana en 1990 y de la Fórmula 3000 (actual Fórmula 2) en 1991, debutó en la F1 en 1993. La Dinastía Fittipaldi siguió ya que Pietro, nieto de Emerson, llegó a correr en la Máxima en 2020 en reemplazo del accidentado Romain Grosjean y logró que su familia fuera la única en la historia con tres generaciones de pilotos en la categoría.
Por todo esto lo ocurrido con Wilson Fittipaldi impactó en el ambiente y se espera la recuperación del ex piloto de 80 años, que tras el incidente fue resucitado, sedado e intubado, a la espera de su evolución. Es un ícono del automovilismo brasileño y de la F1. Un abanderado de una época única e irrepetible en la que los corredores podían animarse a crear su propia escudería y ser dueños de equipo a la vez.