Sinner acaba con el reinado de Djokovic y alcanza la final del Abierto de Australia
Sinner, de 22 años, disputará el domingo su primera gran final contra el ganador del duelo entre Daniil Medvedev (N.3) y Alexander Zverev (N.6).
"Fue un partido muy duro", declaró Sinner. "Empecé muy bien. Él falló en los dos primeros sets. Sentí que no se encontraba muy bien en la pista, así que intenté seguir presionando".
Djokovic, 10 veces campeón del Abierto de Australia y que no conocía la derrota en este torneo desde 2018, aspiraba a batir su récord con un 25º título de Grand Slam, pero Sinner rompió el guión de forma espectacular.
- Un Djokovic descuidado -
El serbio de 36 años no pudo hacer frente a su rival en los primeros compases del partido y cometió 29 errores no forzados durante los dos primeros sets, en una actuación inusualmente descuidada en comparación con los ocho que cometió Sinner.
El veterano careció de su habitual regularidad metronómica, mientras que el concentrado Sinner, despreocupado por enfrentarse a un hombre que nunca había perdido una semifinal en Melbourne Park, tomó una ventaja de 3-0.
El italiano rompió de nuevo el servicio en el sexto juego y se hizo con el set cuando Djokovic se fue largo con una derecha.
Los decibelios en la pista central aumentaron al comienzo del segundo set y Djokovic parecía haberse recompuesto, pero el recuento de errores siguió ascendiendo.
Sinner, que derrotó al serbio en dos de sus tres últimos enfrentamientos, quebró el servicio en el tercer juego para afianzar su dominio en el partido.
Djokovic instó al público a apoyarlo y los gritos de "Nole" resonaron en el abarrotado estadio, pero su oponente volvió a romperle el servicio y quedó con dos sets de desventaja.
El partido se detuvo en el 5-5, 40-40, mientras el personal médico atendía a un aficionado entre el público, pero el serbio restó importancia a la interrupción para mantener el servicio y el set se fue a la muerte súbita.
Djokovic se puso por delante, pero Sinner remontó y consiguió su primer punto de partido, aunque envió una derecha a la red.
El número uno mundial no cometió ningún error cuando se le presentó la oportunidad de llevarse el set, levantando el puño hacia el público, pero el italiano mantuvo el temple para cerrar el partido y poner fin a una era en el Melbourne Park.