Siguen los combates en el norte de Israel y el ejército aseguró que está “más preparado que nunca para una ofensiva en Líbano”
La 228º Brigada de la fuerzas armadas, que enfrenta al grupo terrorista Hezbollah, tiene desplegados a más de 200.000 efectivos. La región vive su mayor pico de enfrentamientos desde 2006
De hecho, la maniobra se basó en una supuesta incursión terrestre en el sur de Líbano, lo que supondría abrir un segundo frente para Israel en paralelo a la guerra contra Hamas en la Franja de Gaza.
Las hostilidades en la frontera norte se reavivaron el pasado 8 de octubre, al día siguiente del estallido de la guerra en el enclave, aunque hasta ahora tanto Israel como Hezbollah han dado muestras de no querer escalar el conflicto.
”Hemos atacado muchos escuadrones al otro lado de la frontera, más de 150 escuadrones han sido atacados y muchas capacidades militares han sido eliminadas”, afirmó el comandante sobre la actividad militar de Israel en la frontera con Líbano.
El Ejército israelí informó este martes de que había atacado intensamente por aire y de artillería contra infraestructura de Hezbollah, incluyendo puestos de observación, almacenes de armas y cuarteles militares, en el valle de Wadi Saluki, desde donde alegan que el grupo ha lanzado numerosos ataques hacia Israel.
El grupo “hace un uso extensivo del área [de Wadi Saluki] con fines terroristas” y tiene docenas de posiciones escondidas en el área boscosa, indicó el Ejército.
Ayer las tropas israelíes atacaron varias posiciones de la milicia chií en respuesta al lanzamiento de cohetes hacia las comunidades israelíes de Matat, Margaliot, Adamit, Zarit y Malkia; además de interceptar varios “objetivos aéreos sospechosos” en las áreas de Yarun y Rmaych, en territorio libanés.
El domingo dos civiles israelíes, una anciana y su hijo, murieron por el impacto de un misil antitanque lanzado por Hezbollah hacia la comunidad israelí de Yuval, lo que elevó aún más la tensión en la zona.
Desde ayer, Hezbollah ha reivindicado nueve ataques contra Israel, la mayoría de ellos con misiles.
La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego durante tres meses que se ha cobrado la vida de al menos 225 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hezbollah, que ha confirmado unas 160 bajas en sus filas, algunas de ellas en Siria.
En Israel han muerto 18 personas en la frontera norte, 12 soldados y 6 civiles; mientras que en Líbano han fallecido al menos 207 personas, incluyendo unos 23 integrantes de milicias palestinas, un soldado y 23 civiles -entre ellos tres niños y tres periodistas-, además de los milicianos de Hezbollah.
La tensión llegó a su punto álgido cuando Israel atacó a principios de enero un barrio de Beirut, bastión de Hezbollah, para matar al numero dos de Hamas, Saleh al Arouri, y otros comandantes del grupo.