River le ganó a Pachuca con un lujo de Franco Mastantuono, lágrimas de Tobías Leiva y un contrapunto de Salomón Rondón
Por causas diferentes, dos adolescentes llamaron la atención en el amistoso en Estados Unidos, donde el venezolano se molestó con Nacho Fernández y Matías Kranevitter
Uno fue Franco Mastantuono, que ingresó a los 25 minutos de la mitad final, cuando su compañero colombiano ya había convertido. Volante ofensivo, zurdo, el chico de 16 años se lució con un acción exquisita. En el mediocampo recibió de aire la pelota, la controló con el pecho hacia arriba y, ante una arremetida del colombiano Nelson Dessoa para quitársela, resolvió con un sombrero. Y no quedó en eso la maniobra: sin que el balón hubiera tocado el suelo, el argentino lo cabeceó dos veces para avanzar, hasta ser embestido desde atrás por el mexicano Erick Sánchez en infracción.
No es lo primero que se sabe de Mastantuono; el zurdo tuvo alguna figuración durante el Mundial Sub 17 de Indonesia, en el que Argentina resultó cuarta bajo la dirección técnica de Diego Placente. El jugador, que estaba por debajo del límite de edad para la competencia, fue mayormente suplente. Pero está claro que posee talento para los deportes: River debió convencerlo de que se dedicara al fútbol cuando el chico dudaba de dedicarse al tenis, que practicaba desde pequeño. En el club le ven altísima proyección: la cláusula de rescisión de su contrato es de 30.000.000 de dólares.
El lujo múltiple de Franco Mastantuono
La contracara se dio con Tobías Leiva. También volante, el muchacho de 19 años, que a diferencia de Mastantuono todavía no firmó un vínculo con River, dejó llorando el césped del estadio de Dallas. El mediocampista derecho tuvo un percance en una rodilla y se sospecha que la consecuencia no es menor, dadas las lágrimas del jugador que protagonizó muy pocos minutos del amistoso: entró a los 41 minutos del segundo período.
De todos modos, por ahora no hay certezas sobre la gravedad de la lesión. Un indicio positivo es que el juvenil dejó caminando el campo, sin asistencia, aunque con una elocuente renguera. Tobías Leiva trascendió en noviembre en la primera división de River cuando marcó un gol en un amistoso con Colo Colo, en Chile, que terminó 2-2.
El llanto de Tobías Leiva
Otro hecho llamativo en el encuentro en Texas fue el enojo de Salomón Rondón con dos rivales con los que hasta hace un mes compartía el plantel riverplatense. En una disputa de la pelota con Ignacio Fernández, el ex mediocampista de Gimnasia La Plata golpeó con un brazo y luego con el otro, a la altura del pecho y cerca de la cara, respectivamente, al venezolano, que se molestó y reaccionó mirándolo fijamente, hablándole y señalándolo. Matías Kranevitter acudió para disuadirlo, pero Rondón y el tucumano se empujaron mutuamente.
El delantero, además, le retuvo un brazo al argentino en un breve forcejeo, pero cuando la situación amenazaba espesarse, hubo distensión. Apareció Borja, le digo algo al otro jugador caribeño y el episodio concluyó con sonrisas.
Tanto antes del partido como una vez terminado, Rondón intercambió abrazos con los jugadores de River. Su salida del club rojiblanco, claramente, nada tuvo que ver con alguna rispidez suya en el plantel.