Pobre debut del Boca de Martínez, sin juego, sin desequilibrio no tuvo gol
El equipo de Diego Martínez no mostró un gran juego y se va de Vicente López con un punto.
Gonzalo Suli, OléCon el entusiasmo de lo nuevo, así arrancó Boca el primer partido del ciclo de Diego Martínez. No se habían sucedido más de cuatro toques tras el pitazo inicial que sobre la izquierda Merentiel y Ramírez presionaron la salida de Platense y la pelota le quedó a Langoni para que ensaye un centro que terminó en nada. Pasó esa jugada y otra corrida sin efecto de Luca para que el local empezara a acomodarse y lo del juguete nuevo quede en eso. En un arrebato.
Muy pronto Platense se acomodó mejor en el partido y pudo imponer su plan ante un Boca impreciso y falto de timming. El local se aproximó al arco de Chiquito Romero con un cabezazo de Vázquez luego del primer tiro de esquina, cuando no se habían jugado cinco minutos. Un rato después, apareció solo Ciro Rius luego de un pelotazo cruzado, pero el ex Argentinos la sacó de la cancha cuando Romero poco podría ya haber hecho. Boca se llenó de nervios. Y así el partido se hizo trabado. Ya Ramírez no era el de la pretemporada (al lado de un Pol con muchos errores no forzados) y entre ambos no podían asociarse con un Bullaude desaparecido de la escena.
Encima Merentiel no daba señales de recuperación tras un verano muy discreto y con una titularidad sustentada en su gran producción 2023 pero que tiene la amenaza de dos nombres gigantes en el banco. Lo de Boca era esporádico en tenencia y en ataque. Platense doblaba a Boca en cantidad de hombres en la mitad de la cancha, era más intenso y llegaba antes a las divididas. Esa diferencia sí era notoria.
El equipo de Martínez dio la misma imagen que en el verano (Foto: Marcelo Carroll - Clarín).El equipo de Martínez dio la misma imagen que en el verano (Foto: Marcelo Carroll - Clarín).
El final de la primera parte ya llegó sí con un adelantamiento de Boca en el campo rival, y fue ahí cuando Platense tejió su telaraña en la zona defensiva y la complicación de los de Martínez era cómo encontrar los huecos. Pero la principal falla era encontrar precisión en los pases.
Sin cambiar fichas, el flamante DT xeneize decidió arrancar el segundo tiempo haciendo avanzar a los laterales y cubriendo la zaga con Campuzano bajando unos metros, al menos en salida. La tendencia se mantuvo como al final de la primera parte y Boca ya decididamente asumió el protagonismo, aunque en principio solo desde las intenciones.
Con ese panorama (y siempre en el contexto de un partido cerrado y sin emociones), la asistencia que Bullaude le puso a Merentiel para dejarlo mano a mano con Cozzani fue una extravagancia en la noche. Pero estaba claro que no era la noche de la Bestia, porque directamente le erró al arco. Y fue lo último que hizo antes de dejarle su lugar en el ataque a Cavani, a quien acompañó en su ingreso el debutante Kevin Zenón.
Y ya a partir de ahí Boca fue mejor, pero el lógico desgaste propio del paso del reloj permitía por momentos encontrar espacios y así lo tuvo Platense, que no la pudo meter porque Advíncula cerró justo a un Martínez que entraba solo para meterla de cabeza. Luego, lo tuvo Boca dos veces, pero a Cavani -primero- se la sacaron de abajo del arco. Y después (siempre tras centro de Fabra) el uruguayo le falló un cabezazo que lo encontraba solo y con el arquero resignado, pero en posición adelantada.
El final fue casi cantado. Ambos querían ganarlo y no parecían conformarse, pero no les daba para mucho más. Boca, tal vez por peso individual, se aproximó un poco más y mereció llevarse el triunfo. Otra escalada de Fabra y dos remates de Zenón que se fueron alto resultaron lo más peligroso del epílogo.
Y no hubo más. El subcampeón del fútbol argentino, en proceso de rearmado, dejó una buena imagen en el estreno de una nueva Copa de la Liga. Para este Boca, es muy temprano sacar conclusiones siendo el primer partido del año. No se vio a ese equipo fresco que ilusionó en el verano, pero la imagen de un final de intentos (con buenos ingresos de Zenón y Benedetto) y algunas actuaciones individuales, dejan el crédito abierto para un Diego Martínez que tendrá mucho trabajo antes de salir de nuevo a la cancha, en medio de la semana. Y que la novedad del 2024 ya le dé paso a algo más parecido a un equipo.