Pablo Toviggino, el hombre que tiene la suma del poder en la AFA detrás de la figura de Chiqui Tapia
Armador, cerebro y brazo ejecutor de la actual gestión de la AFA; construyó su figura desde un ignoto club de Santiago del Estero
De piel camaleónica, tiene la destreza de ser invisible para operar en cuestiones sensibles de la AFA o de presentarse como un soldado en la trinchera para defender a la administración Tapia y repeler a los detractores. Como si se tratara de una división de poderes, el campo de acción de Toviggino es el fútbol argentino, mientras que el Comandante –como lo llama a Tapia– se concentra en la selección. “Si fuera política, la prensa lo definiría como un Súper Ministro: atiende el Consejo Federal, la Liga, el Ascenso, los árbitros, el Tribunal de Disciplina… Opera en todos los estamentos. Escucha a todos y les dice los que ellos quieren escuchar, aunque después decide según su pensamiento y mueve las piezas por conveniencia”, comenta el expresidente de una liga bonaerense a LA NACION. “Trabajó desde las sombras para la figura de Tapia presidente, tiene a mano los contactos en la Justicia por su lazo con Daniel Angelici [expresidente de Boca al que Elisa Carrió tildó de operador judicial del Pro], cuando allanaron la AFA fue Toviggino el que recibió a los investigadores y entregó la información por la causa por presunta defraudación y lavado de dinero… Una vez, el Club Camioneros [presidido por Pablo Moyano, hijo de Hugo y excuñado de Tapia] tenía armada una protesta en la puerta de la AFA para reclamar por los arbitrajes en el torneo Federal: con un llamado telefónico, Toviggino desactivó la movilización…”, apunta el dirigente que fue asambleísta del Consejo Federal.
Pequeños detalles exponen la estrecha relación con Tapia y cómo ejecutan las maniobras. En 2016, de la nada, Toviggino fue vicepresidente de Barracas Central, club que presidía Chiqui. A la vez era presidente del Consejo Federal, miembro del Comité de Regularización de la AFA y titular de la Liga santiagueña, aunque la movida tenía una finalidad política y evidenciaba la intención de Tapia de convertirse en la máxima autoridad del fútbol argentino. El sanjuanino se intuía ganador y necesitaba a Toviggino como hombre de máxima confianza en el Comité Ejecutivo, puesto que asumiría por ser vice de Barracas Central. En asamblea, el Guapo avaló la designación y el Comandante obtuvo a su general para el campo de batalla.
No le interesa inmiscuirse en las particularidades de la selección, aunque en el Mundial de Rusia 2018, en medio del caos y de los estallidos internos entre jugadores y cuerpo técnico, desarmó un intento de levantamiento de dirigentes. Un año después, escribió y convenció a Tapia de firmar la carta en la que la AFA protestaba por el desempeño del árbitro –el ecuatoriano Roddy Zambrano- en la semifinal de la Copa América, entre la Argentina y Brasil. En la misiva dirigida a Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, invitaba a una profunda reflexión que ponía en duda que se hubieran observados los principios de ética, lealtad y transparencia que invocaba con recurrencia el dirigente paraguayo. El descargo tuvo represalias y le costó a Tapia la silla en el Consejo de la FIFA, aunque la confianza y el vínculo entre Chiqui y Toviggino no presentó daños, y una señal es que oficia de canciller ante la Conmebol.
En el terreno local se mueve con seguridad y el poder se expresa en dos puntos: es el responsable de los números y los negocios, y arrastra el apoyo de los clubes indirectamente afiliados a la AFA. Y no tiene reparos en marcar a quienes ofrecen una mirada disidente. La cancelación de los torneos por la pandemia mundial de Covid-19 generó un reclamo de San Martín, de Tucumán, y de Atlanta, que pedían el ascenso a la Liga Profesional. Toviggino denunció ante el Tribunal de Ética al presidente del club norteño, Roberto Sagrá, que asegura que fue absuelto y atacó a la AFA por no publicar el fallo por presión del denunciante. Miguel Licht, juez del Tribunal Fiscal de la Nación e hincha de Atlanta, elaboró un documento que justificaba el ascenso de su club y de San Martín (Tucumán): Toviggino lo demandó en la justicia federal. La denuncia se zanjó en un acuerdo con el abogado de Licht, Gregorio Dalbón, con lo que se evitó una escalada que salpicaría a Tapia.
Las redes sociales resultan una plataforma para polemizar y arremeter contra los detractores. En la lista aparecen el presidente de Estudiantes, Juan Sebastián Verón; el presidente de River, Jorge Brito; el director técnico de Belgrano, Guillermo Farré; el plantel de Godoy Cruz; Juan Pablo Fassi, hijo de Andres, presidente de Talleres… “´Bullshit’, mejor te lo digo en inglés. Jamás te vi sentado en una mesa del Comité [Ejecutivo] llevando un proyecto. Cuando la selección estaba abandonada y había que ayudar, te borraste. Te gusta criticar de atrás y si no mandás a algún “simulador” de los tantos que tenés. ¡A Laburar! En fin”, la respuesta a Verón, que apuntó que la obtención del Mundial no fue capitalizada para frenar el deterioro del futbol local. En el mismo sentido se expresó Brito, tras la eliminación de River ante Rosario Central, en las semifinales de la Copa de la Liga, y como contestación recibió: “Qué raro!!! River festejó los campeonatos que ganó con este formato. No sólo eso, también avaló en reuniones y asambleas este tipo de Torneo y Copa, sin proponer nada diferente. Ahora que no llega a la final desmerece a otros clubes que sí llegaron. Curioso, no??? En fin…”.
De 44 años, rosarino de nacimiento y santiagueño por adopción, desde la vicepresidencia de Comercio Central Unidos saltó a la conducción de la Liga de Fútbol de Santiago del Estero. Por entonces, la provincia no estaba posicionada en el mapa del deporte argentino como en la actualidad con el estadio Madre de Ciudades, el circuito internacional de Termas de Río Hondo, el Termas de Río Hondo Golf Club… Tampoco ofrecía clubes en la Liga Profesional ni en la Primera Nacional: los torneos regionales amateurs y el Federal A o B eran el mejor escenario. Relacionar el fútbol con la política fue una estrategia que lo catapultó a la vicepresidencia del Consejo Federal, una entidad que en el pasado fue ninguneada por los denominados clubes grandes y los que militaban en la elite y de la que Toviggino interpretó como nadie el poder que representan las 223 ligas y los 3500 clubes que la componen. Mientras fortalecía su presencia en el fútbol, robustecía el enlace político con el gobernador Gerardo Zamora.
Un papelón institucional que protagonizaron los dirigentes del fútbol argentino ubicó el foco sobre Toviggino a nivel nacional. La famosa elección para presidir la AFA que terminó con un escandaloso 38-38 –había 75 votantes-, el 3 de diciembre de 2015, el contexto. Ceferino Sosa, ex miembro de la Liga de San Luis, lo denunció en los tribunales de Comodoro Py: lo acusó de haber ofrecido dinero para que nueve asambleístas votaran al candidato Luis Segura –el operador político era el expresidente Alberto Fernández–. La causa no prosperó, aunque no es la única denuncia en su contra y no se limitan a cuestiones futbolísticas o de dirigentes: el abogado santiagueño Edgardo Taboada lo incriminó como jefe de una asociación ilícita que se dedica a robar y vender campos, en una demanda por defraudación y estafa; el empresario Guillermo Tofoni presentó una por amenazas… Sin réplica en los tribunales, las demandas mediáticas lo señalaron como testaferro de Daniel Zamora, hermano del gobernador de Santiago del Estero, y de ser parte de una comitiva que gastó US$ 1.200.000 en vuelos privados cinco años atrás, en los que viajaban Tapia, el santafecino y algunas modelos.
Aquel trunco acto eleccionario del predio de Ezeiza le ofreció réditos, porque fue el episodio público que lo posicionó como vicepresidente del Consejo Federal. Segura desplazó de la presidencia al dirigente marplatense Roberto Fernández –apoyaba la candidatura de Marcelo Tinelli- y ubicó al sanjuanino Alfredo Derito. El empresario Carlos Ahumada Kurtz, que gerenció durante un año y medio y dejó con millonaria deuda a Talleres y a dos clubes de San Luis –apodado el Señor de los Sobornos, porque en los años que vivió en México estuvo preso tres años por cobrar dinero del PRI para pagar coimas- presentó a Toviggino a Segura, que por presión de Ascenso Unido lo nominó vicepresidente del Consejo Federal. Medio año más tarde, después de que la Inspección General de Justicia suspendiera los comicios por irregularidades administrativas, la FIFA intervino la AFA y fue uno de los cuatro miembros del Comité de Regularización que también conformaron el empresario cordobés Armando Pérez, como presidente; Javier Medin –ex abogado del grupo Socma-, como vicepresidente, y Carolina Cristinziano –actual vicepresidenta de Rosario Central-, como secretaria. La tesorería fue el lugar que ocupó Toviggino, aunque asumió por descarte: Primo Corvaro, enviado de la FIFA, pretendía a Fernando Mitjans –presidente del Tribunal de Disciplina de la AFA y esposo de la entonces ministra de Justicia, Marcela Losardo-, pero no aceptó; tampoco el ex juez Damián Dupiellet. Fue cuando comenzó a tallar el nombre del rosarino.
Presidente del Consejo Federal y miembro de la Comisión Normalizadora, en enero de 2017 denunció ante la FIFA que no se estaban cumpliendo los objetivos. Una jugada preparada para iniciar un nuevo ciclo: Toviggino operó a favor de la candidatura de Tapia, que el 29 de marzo de aquel año fue elegido como la máxima autoridad de la AFA. Chiqui lo nombró secretario ejecutivo y lo ratificó como líder del Consejo Federal. Con inteligencia y audacia, Toviggino esmeriló el poder de Ascenso Unido –grupo de clubes directamente afiliados a la AFA- y fortaleció a los equipos del interior. Y en esa robustez, los representantes de Santiago del Estero tomaron la delantera: en 2017, Mitre ascendió a la Primera Nacional; el santiagueño Guillermo Raed –vicepresidente tercero de la AFA y dueño de la bebida Secco, que llegó a ser sponsor de 20 clubes en el ascenso- es la máxima autoridad del aurinegro y un aliado político. Central Córdoba ascendió a primera en 2019: su presidente es José Félix Alfano, titular del Consejo Provincial de Vialidad. Y en 2021, tras un cuestionado desempeño de los árbitros, Atlético Güemes subió a la Primera Nacional, tras superar por penales a Villa Mitre (Bahía Blanca). Los Gauchos arrastraban otro antecedente polémico cuando en la temporada anterior treparon del Federal B al A, al extremo que Social Achirense –el rival en la definición- pidió repetir el partido. Los desempeños de los árbitros son constante materia de protesta en los torneos del Consejo Federal.
Políticamente, con Tapia y el gobernador Zamora, presentó el proyecto del estadio Madre de Ciudades en 2018. Tres años después, y tras un desembolso total de 1500 millones de pesos, se inauguró con el partido entre River y Racing, por la Supercopa Argentina. En la firma se planeó que la moderna cancha recibiera partidos de las eliminatorias -en 2022, rumbo al Mundial de Qatar, Argentina y Chile empataron 1-1- y se la consideró sede de la Copa América 2021, aunque por la pandemia mundial de Covid-19 el torneo de selecciones se disputó en Brasil. Tuvo igualmente sus premios: recibió el partido festejo de la Argentina ante Curazao, tras la conquista del Mundial de Qatar 2022; albergó juegos del Mundial Sub 20 de 2023; la final de la Copa de la Liga y del Trofeo de Campeones del año pasado…
Peronista, no tuvo el aval de la Casa Rosada durante la presidencia de Alberto Fernández. El ex presidente y armador político de Segura consideró que Toviggino –junto con Tapia- traicionaron al dirigente de Argentinos para desembarcar en la AFA. Para evitarlos, el ex mandatario ubicó a Matías Lammens –ex ministro de Turismo y Deporte- como interlocutor. La Cámpora tampoco ofreció una señal, porque el nexo en el fútbol es Víctor Blanco –presidente de Racing-, con llegada a Máximo Kirchner. Toviggino jugó sus propias fichas y apuntó a Sergio Massa para el diálogo. La relación quedó establecida en la campaña para la presidencia, cuando desde el predio de la AFA el exministro de Economía y candidato de Unión por la Patria anunció que la Argentina sería anfitriona de partidos del Mundial de 2030. La apuesta tuvo ribetes proselitistas también cuando el rosarino orquestó la campaña “NoAlasSAD”, en favor de Massa y en oposición a la postura del presidente Javier Milei de atraer capitales privados al fútbol argentino. La renuencia a las Sociedades Anónimas Deportivas provocó una respuesta a una declaración de Javier Zanetti, vicepresidente de Internazionale, quien por su experiencia observó que son positivas. “Qué pena Pupi que estuviste poquito en Argentina y no conocés a los clubes. Quizás lo importante sería que le preguntes a @TalleresOk [Talleres, de Córdoba] qué opinan al respecto. Te suena el club?? No creo que los socios quieran que un extranjero (chino, indonesio o el que sea) decida sobre ellos”, disparó el rosarino en la red social X, donde también suele replicar frases de Juan Domingo Perón y del papa Benedicto XVI.
Cinco años atrás, la Liga de Santiago del Estero puso en juego un torneo con su nombre. El club chubutense Río Mayo tuvo intenciones de renombrar su estadio con el apellido del rosarino. En la placa conmemorativa por la conquista del Mundial 2022 que se inauguró en la AFA, aparece décimo entre los dirigentes y con el cargo de tesorero… Jefe de Gabinete desde antes que Chiqui Tapia asumiera la presidencia de la AFA, superministro, tesorero, presidente del Consejo Federal o de la Liga de Santiago del Estero... Toviggino, el dirigente que construyó poder sin ser un apasionado de la pelota.