Otra amenaza de los grupos armados proiraníes: prometieron seguir atacando a la coalición internacional antiyihadista
Hay aproximadamente 2.500 soldados estadounidenses desplegados en Irak y alrededor de 900 en Siria como parte de la coalición anti-EI formada en 2014
La volátil situación ha empujado al primer ministro iraquí, cuyo gobierno depende del apoyo de partidos alineados con Irán, a pedir la salida de la coalición.
Estados Unidos e Irak anunciaron el jueves que iban a comenzar las conversaciones sobre las tropas, y Bagdad esperaba que condujeran a un cronograma para reducir las fuerzas.
En una declaración en Telegram, la “Resistencia Islámica en Irak”, una alianza flexible de grupos vinculados a Irán que se oponen al apoyo de Estados Unidos a Israel en el conflicto de Gaza, dijo que el acuerdo estadounidense para mantener las conversaciones era “un intento de reorganizar las cartas y ganar tiempo”.
“La respuesta de la Resistencia Islámica será continuar sus operaciones... contra la presencia extranjera... hasta que se demuestren sus verdaderas intenciones y la seriedad de su compromiso de retirar sus fuerzas”, afirmó el grupo.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irak dijo el jueves que Washington y Bagdad habían acordado formar grupos de trabajo que eventualmente llevarían a formular “un cronograma específico y claro... y comenzar la reducción gradual de sus asesores (de la coalición) en suelo iraquí”.
El ministerio dijo que el cronograma dependería de la evaluación de la “amenaza que representa el EI y su peligro”, así como del “reforzamiento de las capacidades de las fuerzas de seguridad iraquíes”.
La subsecretaria de prensa del Pentágono, Sabrina Singh, dijo a los periodistas el jueves que la huella militar estadounidense en Irak “sin duda será parte de las conversaciones a medida que avancen”.
Anteriormente, un alto funcionario de defensa estadounidense había dicho que las próximas reuniones no serían una negociación sobre la retirada de las fuerzas estadounidenses de Irak, pero dijo que Washington “ve la necesidad de hacer una transición a una relación bilateral normal de cooperación en materia de seguridad”.
Hay aproximadamente 2.500 soldados estadounidenses desplegados en Irak y alrededor de 900 en Siria como parte de la coalición anti-EI formada en 2014, el año en que el grupo yihadista invadió alrededor de un tercio de Irak.
A principios de este mes, Resistencia Islámica confirmó un ataque con drones una base militar con presencia estadounidense en Erbil, la capital de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, la última en una serie de acciones similares en ese país enmarcadas en la guerra en Gaza.
“Los muyahidines de la Resistencia Islámica en Irak atacaron la base ocupada de Harir en Erbil, en el norte de Irak. con drones, y la Resistencia Islámica confirma su continua destrucción de bastiones enemigos”, indicó la agrupación proiraní en un comunicado.