Milagro en Japón: rescataron con vida a una mujer de 90 años cinco días después del devastador terremoto

La residente de Suzu fue socorrida este sábado. Expertos sostienen que las posibilidades de supervivencia disminuyen después de las primeras 72 horas


La mujer de la ciudad de Suzu, en la prefectura de Ishikawa, había sobrevivido más de cinco días al seísmo de magnitud 7,6 que sacudió la zona el lunes. Las imágenes de las noticias emitidas a nivel nacional mostraban a los socorristas con cascos cubriendo la vista de la zona con plástico azul, y no se veía a la mujer.

Los agentes de policía utilizan sábanas azules mientras una mujer de unos 90 años es rescatada viva de una casa derrumbada en Suzu, prefectura de Ishikawa, Japón, el sábado 6 de enero de 2024, más de 120 horas después de que una serie de poderosos terremotos comenzaran a sacudir la costa occidental de Japón. (Kyodo News vía AP)
Los agentes de policía utilizan sábanas azules mientras una mujer de unos 90 años es rescatada viva de una casa derrumbada en Suzu, prefectura de Ishikawa, Japón, el sábado 6 de enero de 2024, más de 120 horas después de que una serie de poderosos terremotos comenzaran a sacudir la costa occidental de Japón. (Kyodo News vía AP)

Las posibilidades de supervivencia disminuyen después de las primeras 72 horas. En los últimos días se ha informado de otros rescates espectaculares en los que soldados, bomberos y otras personas se han unido a un esfuerzo generalizado.

Las réplicas amenazaron con sepultar más casas y bloquear carreteras cruciales para los envíos de ayuda. Las autoridades advirtieron que las carreteras ya agrietadas podrían derrumbarse por completo. Ese riesgo aumentaba con la lluvia y la nieve que se esperaban durante la noche y el domingo.

Los temblores dejaron los tejados desplomados sobre las carreteras y todo lo que había debajo aplastado. Las carreteras se deformaron como el caucho. Un incendio redujo a cenizas un barrio de Wajima.

Ishikawa fue la zona más afectada y generó un alerta de tsunami en toda la costa oeste del país

Más de 200 personas seguían en paradero desconocido, aunque la cifra ha fluctuado. Once personas quedaron atrapadas bajo dos casas que se derrumbaron en Anamizu.

Para Shiro Kokuda, de 76 años, la casa de Wajima donde creció se salvó, pero un templo cercano ardió en llamas y él seguía buscando a sus amigos en los centros de evacuación.

“Ha sido muy duro”, dijo.

Japón es una de las sociedades que envejece más rápido del mundo. La población de Ishikawa y zonas cercanas ha disminuido con los años. Una frágil economía centrada en la artesanía y el turismo está ahora más amenazada que nunca.

Video grabado por residentes de Wajima

En un gesto inusual por parte de la cercana Corea del Norte, el líder Kim Jong Un envió un mensaje de condolencia al primer ministro japonés, Fumio Kishida, informó el sábado la Agencia Central de Noticias de Corea.

Japón había recibido antes mensajes de condolencia y promesas de ayuda del presidente estadounidense, Joe Biden, y de otros aliados.

El portavoz del gobierno japonés, Yoshimasa Hayashi, dijo a los periodistas que Japón agradecía todos los mensajes, incluido el de Corea del Norte. Hayashi afirmó que la última vez que Japón recibió un mensaje de condolencia de Corea del Norte por un desastre fue en 1995.

A lo largo de la costa japonesa, se estaba restableciendo gradualmente el suministro eléctrico, pero el de agua seguía siendo escaso. Los sistemas de agua de emergencia también estaban dañados.

Oleadas de tsunamis en la ciudad de Shiga tras el terremoto en Japón

Miles de soldados volaban y transportaban en camiones agua, alimentos y medicinas a las más de 30.000 personas que habían sido evacuadas a auditorios, escuelas y otras instalaciones.

El diario Yomiuri, de tirada nacional, informó que su estudio aéreo había localizado más de 100 corrimientos de tierra en la zona, y algunos bloqueaban carreteras vitales. Algunas comunidades permanecían aisladas y seguían esperando ayuda.

“Espero que la ciudad se recupere y que la gente no se marche y se quede aquí para trabajar duro por la recuperación”, dijo Seizo Shinbo, un comerciante de marisco, que se abastecía de fideos, conservas y bolas de arroz en un supermercado.

No hay comida. No hay agua. Y lo peor es el gas. La gente sigue haciendo colas kilométricas”.


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