LAS PALMAS 1- BARCELONA 2 El Barça evita un lío muy gordo
Un gol de Gündogan de penalti en el descuento y otro de Ferran Torres tras una jugada de chiste dan una victoria obligada a un Barça que sigue sin reaccionar.
Parecía difícil jugar peor de lo que hizo el Barcelona ante el Almería en el partido que sirvió para cerrar el año. Especialmente, después de escuchar a Xavi en la rueda de prensa previa al partido. El técnico dijo (por enésima vez) que el equipo había aprendido la lección, que se había producido un reset y que se habían cargado las pilas. Concluyó Xavi (por enésima vez) que el grupo había entrenado bien durante la semana. Y añadió que después de la bronca que ejecutó ante el Almería, este Barça iba a ser otro.
Los deseos de Xavi volvieron a ser el ejemplo del pensamiento mágico que hace tiempo se ha instalado en este club en todos los aspectos. La primera parte del Barcelona ante la UD Las Palmas fue, como mínimo, tan putrefacta como la que perpetró ante el Almería. Un verdadero desastre que se resumió en seis disparos a portería de los locales por ninguno de los barcelonistas.
La gran medida de Xavi para cambiar la imagen de un equipo que está en pleno proceso de descomposición fue sacrificar a João Félix para poner a Ferran Torres, que junto con Balde escenificó una banda de horrores que competía con la de Raphinha y Cancelo, quien por cierto se lesionó a los cinco minutos en un encontronazo con Perrone.
En un capítulo más del descalzaperros que es este Barcelona, tras cuatro minutos siendo atendido en la banda, el portugués regresó al terreno de juego para retirarse al minuto. En su lugar entró Christensen y ese periodo fue aprovechado por Las Palmas para inaugurar el marcador en una jugada en la que Sandro le ganó la espalda al danés mientras Balde pululaba por el césped y cedió el balón para que Munir se adelantara a una catastrófica salida de Iñaki Peña.
El equipo local acabó la primera parte dominando al Barcelona con absoluta solvencia a pesar de jugar con todos los riesgos del mundo. Con una defensa adelantada, y saliendo a buscar al Barcelona, el conjunto de García Pimienta no sólo no pasó apuros en defensa, sino que hizo méritos para irse a la media parte con más ventaja, pero los grancanarios tienen lo que tienen.
A Xavi, que estaba ya sin escudo, no le quedaba otra que cambiar el plan en la media parte. Eso es, echar la bronca habitual, señalar jugadores y confiar en los que había dejado sin jugar de inicio, entre ellos João Félix.
Pero antes de que el técnico blaugrana introdujera algún cambio, el Barça se encontró con un gol que valía su peso en oro. Fue un gol feo, propio de una liga de empresas, en el que tras innumerables rebotes y un despeje que dio en la cabeza de Lewandowski, la pelota le cayó a Ferran Torres que batió a Vallés. Los goles pochos valen lo mismo que los artísticos.
A falta de 20 minutos para el final, Xavi retiró a Lewandowski (infame) para dar la oportunidad de redención al castigado João Félix, pero la noticia estuvo cuando en el 78′ entró Vitor Roque, que se desmarcó mucho, luchó como un jabato y falló las que tuvo.
Quien no falló fue Gündogan, quien transformó el penalti que le hicieron en el alargue del partido con la tranquilidad de un veterano y que sirve al equipo de Xavi para capear el temporal y evitar meterse en un buen lío.