La maestra de Estados Unidos que recibió un disparo de un niño de seis años rompió el silencio: “No soy la misma”
Abby Zwerner, tras ser víctima de un estudiante, enfrenta una recuperación lenta y además planteó una demanda por negligencia escolar
El 6 de enero de 2023, Zwerner, de 26 años, recibió un disparo de un estudiante de 6 años mientras enseñaba en su aula en Newport News, Virginia. La bala atravesó su mano antes de impactar en su pecho, lo que llevó a su hospitalización por lesiones críticas.
Ha pasado por múltiples procedimientos quirúrgicos que han resultado en una lenta recuperación y nunca recuperará por completo la funcionalidad de su mano. Esta experiencia traumática ha dejado huellas tanto físicas como emocionales, como pesadillas recurrentes y una profunda alteración de su vida cotidiana y profesional.
“Estaba en mi carrera por la que fui a la universidad, trabajé duro para conseguirla y me encantó. Y nunca se me pasó por la cabeza que un niño de 6 años me iba a disparar en mi salón de clases”, expresó la mujer.
Deja Taylor, madre del estudiante agresor, fue condenada a dos años de prisión por negligencia infantil y a 21 meses adicionales por cargos federales en relación con drogas y armas de fuego. El niño, ahora con 7 años, asiste a otra escuela y está bajo el cuidado de su bisabuelo.
Mientras tanto, New York Post señaló que la demanda civil de Zwerner por USD 40 millones de dólares contra el Distrito Escolar de Newport News puede proceder, según una decisión judicial reciente, a pesar de los esfuerzos del distrito por desestimarla, alegando que las lesiones de Zwerner deberían estar cubiertas por ley de compensación laboral del estado.
“Pueden suceder cosas desafortunadas, terribles y traumáticas. Pero es por eso que tenemos el sistema judicial para responsabilizar a los responsables”, expresó la víctima, sobre su situación lega actual.
Zwerner ha expresado que, aunque le encantaría ver a sus antiguos estudiantes, siente que le han arrebatado su vocación. Sus luchas diarias, nuevas inseguridades en espacios públicos y el temor constante le impiden ver un futuro en la enseñanza y la han llevado a buscar un nuevo rumbo profesional, que por el momento prefiere mantener en privado. La experiencia de reunirse con familiares y amigos sigue siendo su fuente de consuelo en estos difíciles momentos.
“No soy la misma todos los días. No tengo las mismas emociones todos los días, ni los mismos sentimientos, ni los mismos pensamientos. Así que hay muchos días buenos o momentos agradables, pero también hay pasajes malos… Es una mezcla”, expresó la profesora a ABC News.
“Es difícil pensar en el futuro lejano. Todo lo que tengo en mente es superar esta demanda en la que estamos atrapados”, agregó Zwerner.