La impresionante playa donde se junta la nieve, la arena y el mar
Este paraje es el resultado de uno de los fenómenos naturales más increíbles y curiosos del planeta
Un fenómeno natural único
En un principio esta playa recibía pocos turistas, pero desde la existencia de las redes sociales, Toyokoro Ice Beach ha ganado mucha popularidad. De hecho, son muchos los curiosos y expertos fotógrafos que se acercan a disfrutar de este impresionante hecho natural. Pero, ¿qué es el Jewel Ice y cómo se forma? Este tiene lugar durante los meses de enero y febrero, cuando el río Tokach se transforma en el escenario de este extraordinario suceso natural.
Este fenómeno ocurre cuando las bajas temperaturas, que descienden por debajo del punto de congelación, se suman a la influencia de las mareas oceánicas. El proceso se inicia con la solidificación de las aguas del río Tokachi, que da origen a grandes bloques de hielo. A medida que las temperaturas continúan su descenso, estos bloques se quiebran y comienzan su trayecto fluvial hacia el mar.
Durante su recorrido son esculpidos y alisados por el agua y las corrientes, hasta que alcanzan la costa. Una vez en la orilla, estos fragmentos, que adquieren un aspecto cristalino y pulido similar al de las gemas, terminan su ciclo fundiéndose lentamente sobre la arena de la playa.
Un festival de colores
La magia no solo se manifiesta en su formación, sino también en la interacción de estos bloques de hielo con la luz. En la profundidad de la noche, adoptan tonalidades de azul oscuro, que evolucionan hacia matices rojizos con los primeros rayos del amanecer. Conforme el sol asciende en el cielo, el hielo adquiere una luminosidad blanca que culmina la transformación cromática diaria.
Este dinamismo de colores se potencia por el entorno donde coexisten la nieve, la arena y el agua, conformando junto a los bloques de hielo un espectáculo cautivador. La combinación de elementos y la variabilidad lumínica ofrecen un escenario único que cada invierno deslumbra a observadores y captura la atención de fotógrafos en busca de la instantánea perfecta del paisaje efímero y vibrante.
Sin embargo, disfrutar de este proceso no es algo fácil, pues su acceso no se puede hacer en coche. Así, el viaje en autobús o tren ofrece vistas panorámicas y la oportunidad de disfrutar de la naturaleza virgen. La playa forma parte del geoparque San’in Kaigan, reconocido por la UNESCO desde 2010, que abarca casi 2.5000 kilómetros cuadrados y alberga diversos puntos geológicos y una rica biodiversidad.