GRANADA 0 - ATLÉTICO 1 / Un triunfo de entreguerras

Morata devuelve al Atleti a los puestos Champions antes de enfrentarse al Sevilla en Copa. La polémica arbitral se trasladó a Los Cármenes en su gol, milimétrico, uno anulado a Saúl, igual de apretado, y una mano final de Giménez.

Patricia Cazón
As
El Atleti cauterizó en Granada su herida fuera para volver a instalarse en Champions. Un partido que comenzó en las alineaciones, la huella de la Copa presente en la del Cholo. Por el jueves pasado (Madrid) y el que viene (Sevilla), cuatro cambios. Nahuel, Savic, Roro y Barrios por Giménez, Koke, Lino y De Paul. Enfrente, Ricard y Gumbau hacían de Piatkowski y Callejón y el Cacique Medina sumaba físico a su medular para dar libertad a Gonzalo Villar y moverse a su son. Con laterales más altos y Bryan Zaragoza a la derecha y no la izquierda para escapar de abajo. Y sumarle otra piedra a esa senda del Atleti fuera, ya llena de tropiezos. En los cuatro últimos, seguidos, se le ha escapado la Liga. Ahora jugaba para que no lo hiciera esa Champions en cuyos puestos no estaba cuando comenzó el partido.

Piiii. Desde que se escuchó ese primer silbido del árbitro, el balón fue del Granada. El Atleti, solo perseguía. A rivales y a la cuenta de los años caídos sobre Savic en unos meses. Su presencia era una puerta abierta hacia Oblak. Sus errores aún más. Tardaría poco en asomar Simeone de su banquillo para dar órdenes. Saúl tomó la brújula del medio e intercambió su lugar con Barrios para que al Atleti dejara de costarle un mundo darle guerra a Batalla. El Granada, mientras, solo tenía que esperar a Savic: de un mal despeje le regaló un balón a Boyé que el delantero pateó fuera. Seguía el Granada tocando y tocando, como diciéndole al Atleti: “Ven, ven”. Pero, aunque el Atleti fuera, no robaba.

Tiritaba Oblak cada vez que Ricard, ese defensa que llegó a aparecer en una lista del Atleti como delantero cuando era canterano del Cholo, lanzaba un centro lateral. Terriblemente incómodos los rojiblancos de verde, el balón que era una bala en las contras de los nazaríes parecía desinflado en las suyas. No terminaban de hacerse con él. Ni con el partido. Tampoco hallaban a Griezmann.

La primera vez que lo hicieron, encontrarle, el francés filtró un balón a Morata que éste remató en fuera de juego. La segunda, el mismo Grizi estamparía un balón en el travesaño en una jugada que el árbitro dejó seguir a pesar de un toque en la cara de Llorente a Neva que pitaría luego. El descanso llegaría con el Atleti mejor y el Granada a la contra.

Simeone le quitó la zozobra a su equipo con dos cambios de golpe, tras el descanso. De Paul y Lino dentro por Roro y Llorente. Tres minutos tardó Morata en celebrarlo con una vaselina a las manos de Batalla como saludo. El Atleti ya tenía otro aire de veras. Confirmado. Lino y De Paul hicieron que el Atleti recuperase la sangre. Que se pareciera más al Atleti de casa que al que no arranca fuera. Fue entonces cuando el ruido de VAR se presentó en Granada.

El cambio de De Paul y Lino

Abrió De Paul, centró Grizi y Morata irrumpió entre Bruno Méndez e Ignasi Miquel para cabecear a la red, ajustado al palo, y hacer su gol 13 esta Liga (19 en total). Pero en medio del ruido, silencio, Martínez Munuera, a pesar de que su asistente no había levantado el banderín, estaba con el dedo a la oreja. Por si una rodilla en fuera de juego. Después de tres minutos desenredando grises entre tendidos de líneas, Latre, el árbitro del VOR, alzaba el dedo en su pinganillo al árbitro en la hierba. Milimétrico pero válido. Dos jugadas más tarde, era a Saúl a quien le anulaban un gol por fuera de juego que parecía legal. Pero esta vez el milímetro dijo no. Renglones torcidos de Dios, tienes que creértelos...

Mientras Savic se perdía en disputas con Boyé, Witsel sumaba a su catálogo de virtudes, que en junio queda libre, la de portero: sacó en la línea un balón en una triple ocasión que acabó con Ignasi Miguel disparando fuera. El belga ya es el mejor central del Cholo sin ser central. Todos los años caídos sobre Savic parecen habérsele restado a él.

Apretaba el Granada. Sumaba el Cholo a Giménez, Koke y un Correa que está de cuerpo pero ya no de cabeza. Sufría el Atleti incapaz de despejar con acierto un balón o cerrar el partido. Y más ruido de fondo, en estos días de marejada de árbitros. Reclamó el Granada penalti en un intento de cesión de Giménez de cabeza hacia Oblak que le dio al charrúa en su propia mano. Sigan, fútbol. Jan se quedó el balón en un último córner y, piiii, el arbitro dio por terminado el partido. El Atleti, cauterizado aquí, a por la copa del jueves.

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