FA CUP | TOTTENHAM 0-M. CITY 1 / Aké rompe el malecifio

Un tanto del defensa en los últimos minutos termina con la maldición del Manchester City en el campo del Tottenham y permite el avance de los suyos en la FA Cup.

Xavi Heras
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En 2019, el Tottenham inauguró su nueva casa en el norte de Londres. Guardiola ha tenido razones para dudar de la hospitalidad del su anfitrión. Los Spurs doblegaron a los Cityzens en las cinco visitas de los celestes. No marcaron nunca, ni obtuvieron ningún punto, y ni mucho menos ganaron partido alguno. Los Spurs siempre doblegaron a los Cityzens. Hasta el viernes por la noche. Fue Aké quien terminó con la mala racha del City marcando en el minuto 88 a la salida de un córner.


Con la misión de romper su mala racha para alcanzar la siguiente ronda de la FA Cup, el Manchester City no escatimó en esfuerzos ya desde el inicio. Con Bobb como protagonista. Después de ganar el partido contra el Newcastle en el descuento, fue titular en Londres. Y a los cinco minutos cazó un rechace en el área rival después de un disparo de Foden para abrir el marcador. Sin embargo, un fuera de juego anuló la validez del tanto. Dominó el vigente campeón de la competición. Con una línea defensiva alta, con una presión incesante. Pero con escasa puntería. Y sin premio.

Ortega tuvo poco trabajo. El meta del City no recibió ningún tiro entre los tres palos. Lejos de dar un paso adelante en la segunda mitad, el Tottenham lo dio hacia atrás. Tampoco disparó a puerta en el último acto. Lo terminó pagando. Guardiola tiró de Doku y De Bruyne superada la hora de juego para resolver el entuerto. Aunque no pudieron. De Bruyne recibió junto al punto de penalti en el minuto 81 después de un error de Hojbjerg. Encimado por Romero, el belga disparo directamente fuera. Bernardo había gozado de otra oportunidad segundos antes, pero Vicario tapó cómodamente el tiro flojo del portugués. Al guardameta solo pudo batirlo Aké en el minuto 88. Con ayuda de Dias, que estorbó al italiano en un saque de esquina. La pelota quedó suelta en el área pequeña y Aké mandó la pelota a la red después de que los suyos superasen el centenar de ocasiones sin marcar desde que el Tottenham inaugurase su estadio. Hubo que esperar la confirmación del VAR, pero al remate, el central neerlandés rompió el maleficio.

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