El fútbol argentino está de oferta: se fueron más de 65 jugadores y hasta ligas menores se llevan figuras por sueldos de US$ 10.000
Mientras Europa se apodera de las últimas joyas, la crisis económica desparrama futbolistas por toda América del Sur
El factor económico es el eje principal de la última elección. Más de 65 futbolistas se marcharon desde el final de la Copa de la Liga de 2023 y desnudan la versión de 2024, que comenzará este jueves con cuatro partidos. La sangría puede ser mayor, porque el libro de pases se extendió hasta el viernes 2 de febrero. Una nueva manipulación de acuerdos, comportamiento ya habitual de la AFA.
“Para jerarquizar habría que mantener a los buenos valores un poco más”, comentó Cristian Bragarnik, considerado el dueño de la pelota del fútbol argentino. Agente de más de cien jugadores, y propietario del paquete mayoritario de las acciones de Elche (España) y de un porcentaje de Unión La Calera (Chile), el empresario mueve sus piezas en el tablero futbolístico y no oculta que la Liga Profesional del país campeón del mundo se descompone con las ventas cada vez más precipitadas.
Los poderosos del Viejo Continente tienen apuntados a Sudamérica los radares y las transferencias de Valentín Barco y Benjamín Rollheiser a Brigthon (Inglaterra) y Benfica (Portugal), respectivamente, son una señal. Se trata de dos clubes que tienen un modelo para operar en el mercado: la búsqueda de jóvenes talentos con el objetivo de realizar una reventa y multiplicar el dinero invertido. Por el lateral-volante xeneize Brigthon ejecutó la cláusula de rescisión del contrato que ligaba al Colorado con Boca, que ascendía a 10 millones de dólares; Facundo Buonanotte, el paraguayo Julio Enciso, el ecuatoriano Pervis Estupiñán son parte del plantel de las Gaviotas, que en ese ejercicio de comprar por valores accesibles y revender en cifras exorbitantes se desprendieron de Alexis Mac Allister –40 millones de euros a Liverpool– y de Moisés Caicedo, por quien Chelsea desembolsó ¡116.000.000 de euros!
Benfica fue pionero en recurrir a esa modalidad; Enzo Fernández, Ángel Di María, Nicolás Gaitán, el goleador uruguayo Darwin Núñez, el arquero brasileño Ederson son muestras del genial trabajo de reclutamiento. Rollheiser, de 23 años, se suma a la lista de adquisiciones para explotar, a cambios de 9.500.000 euros, la última cifra que movió la negociación que en un principio incluía que el atacante disputaría en Estudiantes la Copa Libertadores. Sin embargo, el DT Eduardo Domínguez ya no tiene al atacante. Que no fue una única joya argentina que se llevó el equipo portugués: Gianluca Prestianni, que el próximo miércoles cumplirá 18 años, firmó por cuatro períodos. Vélez vendió 85% de su pase por 11.000.000 de dólares.
Julián Malatini era parte del seleccionado sub 23 que protagoniza el torneo Preolímpico de Venezuela, clasificatorio para los Juegos París 2024. Una rápida negociación cambió el destino del zaguero de Defensa y Justicia, que aterrizó en Alemania para sumarse a Werder Bremen y dejó a la delegación nacional con un futbolista menos en la competencia sudamericana. Y con Santiago Castro pasará algo por el estilo: el futbolista de Vélez jugó este miércoles en el 2-0 sobre Perú, volverá a Buenos Aires para la revisión médica previa a su incorporación a Bologna, y regresará a Venezuela.
Lautaro Gianetti (Udinese), Augusto Batalla (Granada), Gastón Hernández (Olympiacos), Lucas Chaves y Sebastián Lomónaco (Panetolikos), Hernán De la Fuente (Famalição) cruzaron el Atlántico entre ventas y préstamos y se desempeñarán en ligas europeas en 2024.
El éxodo provocó ingresos por una cifra que roza los US$ 94 millones y los clubes llevan gastado hasta el momento cerca de un tercio menos en incorporaciones. Estudiantes de La Plata equilibra las cuentas, aunque sufre en el campo de juego: Leonardo Godoy (Paranaense), Jorge Rodríguez (Monterrey) y Santiago Núñez (Santos Laguna) son parte de la sangría. También, River y Racing. El club millonario vendió a Nicolás De la Cruz a Flamengo y cedió en préstamo a José Paradela (Necaxa) y Robert Rojas (Vasco da Gama); el venezolano Salomón Rondón rescindió el vínculo y se sumó a Pachuca. La Academia se deprendió de Aníbal Moreno, que emigró a Palmeiras; Gonzalo Piovi, que ahora integra Cruz Azul, y Fabricio Domínguez, que eligió Sport do Recife, de la segunda categoría de Brasil.
Este misma se hizo del paraguayo Jorge Recalde, que rescindió con Newell’s para acordar con Ceará, y del arquero Baltasar Barcia, de Independiente, que convino un préstamo y es refuerzo de Criciúma. El eje Brasil-México también captó mediante compras al zaguero Tomás Cardona, que va de Defensa y Justicia a Fortaleza, y al delantero Ramiro Sordo, que deja Newell’s para arribar a Santos Laguna.
“Hay una situación que excede al fútbol, que es la del país. La incertidumbre genera que mercados alternativos muy cercanos sean una competencia que antes no eran. Un salario normal en un club de Chile o de Paraguay ronda los 10.000 o 12.000 dólares y a los clubes argentinos se le hace muy difícil”, explica Bragarnik. Las naciones mencionadas por el empresario, y también Colombia, Uruguay, Ecuador, Perú y Venezuela traccionan. Y tienen equipos que ofrecen la posibilidad de disputar las copas Libertadores y Sudamericana, otra de las aristas que pesan en la balanza de las decisiones para quienes no tienen la oportunidad de dar el salto a las principales ligas europeas.
Alrededor de 40 jugadores eligieron esas ligas tras la finalización de la competencia oficial de 2023 en Argentina. La mayoría, con el pase libre, negoció incorporaciones en préstamo, como lo hicieron en Paraguay Lucas Pratto (Olimpia) y Alexis Martín Arias (Cerro Porteño)... En algunos casos lo hace con opción de compra de un porcentaje del pase, un mecanismo que resulta un reaseguro para el futbolista. En la lista hay jugadores de renombre, de trayectoria, y otos que tienen cortísimos recorridos y optaron por emigrar ante una oferta económica superadora. Hay clubes que incorporaron hasta seis refuerzos desde Argentina: Gabriel Hauche, Franco Soldano, Luciano Aued, Ezequiel Parnisari, Matías Ibáñez y Nicolás Ferreyra llegaron a Unión La Calera, que se medirá con Everton (también de Chile) por una plaza en la etapa de grupos de la Copa Sudamericana.
La refulgente Major League Soccer sedujo a Matías Cóccaro, que se marchó de Huracán y se unió a Montreal Impact, y las desconocidas ligas de Malasia y Letonia atrajeron a Jalil Elías, que abandonó San Lorenzo con el pase libre para firmar con Johor Darul Takzim, y Brian Orosco, ahora ex hombre de Estudiantes, que estuvo en préstamo en Morón y fue cedido a Riga FC.
La temporada 2024 está por comenzar y el fútbol argentino ya sabe que el año próximo perderá a otro diamante: Claudio Diablito Echeverri, de River, ya fue fichado por Manchester City. La emigración no se detiene.